Facultad de Derecho (Universidad Nacional de Córdoba)

Los intentos por dotar a estas tierras de estudios legales se remontan al siglo XVII sumándose los esfuerzos del Gobernador Peredo, las gestiones del Obispo Saricolea y Olea en 1729 y las del propio Cabildo de la Ciudad.Este curso estaba a cargo del catedrático de Derecho Real.En 1879, la Facultad de Derecho, amplió su nombre agregándole y Ciencias Sociales.Hasta entonces y siguiendo una rica tradición castellana –que naturalmente recogieron las Indias-, la Facultad de Jurisprudencia, más tarde Facultad de Derecho y posteriormente Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, solo confirió grados de Doctor, Licenciado y Bachiller en leyes, en tanto la concesión del título habilitante para el ejercicio profesional se encontraba reservado a la potestad del Estado.La ordenanza del 13 de febrero de 1895, en la cual sus Católicas Majestades mandaban: “Que ninguno sea ni puede ser abogado en nuestro Consejo, ni en nuestra Corte ni Chancillería, ni ante la justicia de nuestros reinos, sin que primeramente sea examinado y aprobado por los de nuestro Consejo y Oidores de las nuestras Audiencias y por las dichas justicias y escrito en la Matrícula de Abogados...” se reprodujo en la ley I y ley II del Título XXIV, del libro II de la Recopilación de Leyes de Indias donde se dispuso: “Ordenamos y mandamos que ninguno sea ni pueda ser abogado en nuestras Reales Audiencias de las Indias sin ser primeramente examinado por el presidente y Oidores y escrito en la Matrícula de los Abogados y cualquiera que lo contrario hiciere por la primera sea suspendido del oficio de abogado por un año y pague cincuenta pesos para nuestra Cámara y por la segunda se doble de pena y por la tercera quede inhábil y no pueda usar la abogacía”.El sistema no varió sustancialmente a partir de la emancipación.Pasantías, también en estudios jurídicos habilitados o en academias, generalmente privadas, todas de efímera o mezquina duración, fueron los pasos previos al examen que debía rendirse ante la Cámara de Justicia para la obtención del diploma de abogado, que permitiera al graduado ejercer en aquella noble profesión.Fue Elisa Ferreira Videla, quien posteriormente se incorporó al cuerpo docente en la cátedra de Economía Política.Algunas de ellas fueron sostenidas por un fuerte caudal ideológico, como la Reforma Universitaria de 1918, que integró el claustro estudiantil al gobierno universitario, proyectando con singular brío sus postulados reformistas en el continente americano.Anteriormente, se construyeron 20 nuevas aulas, un anfiteatro para 200 personas y se reubicó la Biblioteca de la Facultad en un moderno edificio de tres pisos.