Para evitar el fraude electoral, las sociedades que lo han sufrido de manera sistemática, elaboran complicadas leyes destinadas a impedirlo.
Sin embargo muchas de estas medidas resultan insuficientes, la cultura del fraude electoral en países como México o Perú, es enorme, pero es en países llamados desarrollados donde este fenómeno se acentúa más (Estados Unidos, Italia, entre otros).
La jornada electoral se llevó a cabo el 30 de noviembre de 1952, dando como ganador a la URD, mientras que en segundo lugar quedaba el partido FEI y en tercer lugar COPEI.
Al saberse la derrota del FEI, Pérez Jiménez desconoció los resultados y el CSE detuvo los escrutinios, retirándose algunos miembros en forma de protesta, mientras que el gobierno continuó por su cuenta el proceso.
La Constituyente conformada, en 1953 promulgó una nueva Constitución en donde se establecía el voto directo para elegir al Presidente de la República y demás altos funcionarios del Poder Público.
Aunque dicha Constitución establecía el voto directo, Pérez Jiménez hizo que la Constituyente lo eligiera Presidente Constitucional y así mismo hizo que eligiera a los demás altos cargos públicos.
Según los datos oficiales del órgano electoral, la población aprobó por mayoría su continuidad en el gobierno.
[26][27] Al día siguiente, Luis Emilio Rondón, rector principal del CNE, declaró que en vista de las múltiples irregularidades ocurridas durante la jornada electoral, no reconocía los resultados como legítimos.
[42] Llevadas a cabo en medio de un difícil momento político y social en el Uruguay de esos años que desembocaría dos años más tarde en una dictadura, estas elecciones fueron impugnadas por el Partido Nacional, cuyo candidato a la presidencia Wilson Ferreira Aldunate, según la Corte Electoral, había sido derrotado por un margen de 0,76% del electorado, es decir por 12.802 votos.
Asimismo, en documentos desclasificados de Estados Unidos, donde se cita una conversación en diciembre de 1971 entre Richard Nixon y el primer ministro británico Edward Heath, se afirma que las elecciones habrían estado "amañadas" y que Brasil habría participado del fraude.
Durante muchos años se hablaría de fraude y que en aquella época las encuestadores habían sido sobornadas luego del primer flash electoral dado para cambiar sus datos en favor de Fujimori.
La oposición, cuya principal agrupación política fue la alianza Partido Liberal Independiente (PLI), que vigiló el proceso, cuestionó duramente al mismo, acusando al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido gobernante, de amenazas a los interventores, duplicación de papeletas, problemas informáticos, documentación falsa y “actas preñadas”.
[55] El grupo cívico Ética y Transparencia (EyT) de Nicaragua descalificó el proceso electoral por considerar que no fue "justo, honesto ni creíble" y que tiene "indicios de fraude".
El Instituto Federal Electoral (IFE) contestó negando cualquier maquinación y la posibilidad de un fraude.
[58] Después de los resultados preliminares del Instituto Federal Electoral que indicaban que Enrique Peña Nieto era virtual presidente electo, varias protestas estudiantiles dirigidos por el movimiento juvenil Yo soy 132, movimientos ciudadanos independientes y seguidores del candidato López Obrador estallaron en todo el país denunciando a la imposición forzada de un Presidente y fraude electoral.
[94][95] El candidato presidencial Carlos Mesa declara la segunda vuelta diciendo «Hemos logrado un triunfo incuestionable que nos permite decir con certeza que estamos en segunda vuelta» a tres horas de terminar el conteo de votos.
[97] A las 21 horas, el presidente Morales se declaró el ganador de las elecciones, diciendo: «Ganamos una vez más, son cuatro elecciones consecutivas que ganamos, es histórico e inédito», y que «Nuevamente somos mayoría absoluta».
Choque expresó su predisposición para que la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y otras instituciones puedan realizar la auditoría.
[106][107] Numerosos países se negaron a aceptar el resultado de las elecciones, al igual que la Unión Europea, que impuso sanciones a los funcionarios bielorrusos considerados responsables de "violencia, represión y fraude electoral".
[112]Durante la jornada electoral, constataron que la confidencialidad del voto se vio potencialmente comprometida en 24% de las mesas observadas.
[116]La oposición se negó a reconocer los resultados oficiales, alegando un supuesto fraude y denunció que el proceso electoral estuvo impregnado de irregularidades, denuncias que fueron apoyadas por la presidente, Salomé Zourabishvili, quien criticó las elecciones y rechazó los resultados oficiales.