Calixto María González fue un político argentino que se desempeñó provisionalmente como gobernador de Córdoba en varias oportunidades.
En 1831, el gobernador José Vicente Reynafé lo nombró ministro general.
González ordenó que todos los ciudadanos entregaran las armas que poseyeran, y mandó entregar elementos de trabajo a “todos los federales y amigos de su país”.
Este interinato se extendió hasta mayo del año siguiente.
En 1844, aún como ministro de López, éste renunció, quedando a cargo provisoriamente del gobierno provincial hasta que López juró para un nuevo período.