En esos momentos se entrevistaron Bernardo de Irigoyen y el gobernador.
Aquel, hizo saber al mandatario provincial los propósitos de Urquiza, pidió seguridad para los adversarios y aconsejó designar un Ministro general de carácter liberal y sin mayores compromisos.
El gobernador aceptó, con la salvedad de que la Policía detuvo y encarceló a Manuel Lucero, cuya amnistía aún no había sido comunicada.
Hecho prisionero su ocupante, José Victorio López, se dirigieron a la residencia particular de Manuel López -ubicada en la segunda cuadra de la calle Unión (hoy Rivera Indarte)-, que guardaba cama por enfermedad.
Sin embargo, estaba equivocado: aquellas voces vivaban su nombre porque una asamblea popular lo había proclamado Gobernador de Córdoba.
Él, que se había refugiado en la Iglesia y Convento de San Francisco -ubicado en las actuales calles Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes e Ituzaingó- por temor a las represalias de los amotinados, fue el primer sorprendido con la noticia.
Este hecho, se manifestó en la divisa adoptada por el nuevo gobernador: "Religión y libertad.
Bajo esas condiciones, Guzmán fue elegido "Gobernador en propiedad" el 27 de junio.
Sus apoyos, decisiones y alianzas le permitieron reprimir una sublevación promovida por el mismo López en julio de 1853.
Hasta entonces, para ser admitido, se debía probar no tener sangre negra ni india.
[2] Así, la libertad de prensa será en los siguientes años el derecho constitucional más respetado, porque a través de ella se expresará la nueva clase gobernante y logrará cierto consenso para sus decisiones ya que no se podía gobernar "sin opinión".
La mayor dificultad que enfrentó Guzmán fue la reorganización del sistema económico de Córdoba.
Guzmán suprimió los Auxilios y los "subsidios en dinero impuestos a los departamentos fronterizos".
Gravaban el ganado que ingresaba al Mercado Público en la Ciudad de Córdoba -Corrales-, las reses carneadas y los cueros resultantes -Marchamo- y las carretas que introduzcan granos o productos comestibles al Mercado Público de la ciudad -Piso-.
En virtud de ella, los comerciantes, mercaderes, fabricantes y hacendados pagaban "cuatro pesos por mil" sobre el capital en giro o en consignación, en aquellas transacciones de capital superior a doscientos pesos.
No obstante, pese a las expectativas suscitadas, las nuevas recaudaciones no tuvieron gran significación y los ingresos siguieron siendo sensiblemente más bajos que en los años previos a la supresión de las aduanas interiores.
Volvió a ser diputado nacional después de la batalla de Pavón, y dirigió el partido federal o ruso, salvo el período del gobernador Mateo Luque y del caudillo Simón Luengo.
Fue dirigente del grupo católico durante la época de Julio Argentino Roca.