Pero se vio interrumpida por el griterío desde la barra, la que debe ser desalojada a la bayoneta.
El tumulto sale puertas afuera y se producen corridas con el batallón de policía.
El gobernador López permanecerá acuartelado en la campaña con sus dos regimientos a la espera de lo que vendría.
El gobernador aceptó, con la salvedad de que la Policía detuvo y encarceló a Manuel Lucero, cuya amnistía aún no había sido comunicada.
A su vez, los sectores del unitarismo cordobés rechazaban la permanencia en el gobierno provincial de los antiguos federales por más tiempo.
El clima revolucionario formado en 1852 se promovía desde distintos lados, incluyendo un órgano de prensa: "El Padre Castañeta".
Un periódico crítico-burlesco, editado por Eusebio Ocampo desde Buenos Aires, en el que se expresaban doctores nóveles de jurisprudencia y estudiantes como Juan del Campillo y Modestino Pizarro firmando con seudónimos de clérigos ficticios.
El comandante Maldonado, que se prepara para revistarlas, es detenido por sus oficiales, plegados a la sublevación.
La escolta del gobernador se ha negado a deponer armas y el recinto gubernamental es tomado por asalto.
Tras ser reducido por el número, el gobernador delegado, coronel José Victorio López, es apresado en su despacho.
Su padre, el brigadier general Manuel López, será tomado prisionero en el dormitorio de su propia casa, donde se hallaba enfermo y guardando cama.
El ministro general del gobierno, doctor Alejo del Carmen Guzmán, temiendo por su integridad física, al principiar la asonada abandonó su casa para ir a refugiarse a la Iglesia y Convento de San Francisco, situado enfrente de su domicilio.