Batalla de Padre Filiberto

El ataque fue infructuoso, y Lavalleja se retiró del campo de batalla.

Se replegaría tácticamente hacia el Río de la Plata, dejando solo una avanzada al mando del general Julián Laguna en Yaguarón.

Simultáneamente, el Regimiento de “Dragones Orientales” efectuó un rodeo para caer sobre la retaguardia del enemigo.

Los puestos avanzados enemigos fueron batidos, pero el intenso tiroteo, atrajo la atención del mariscal Otto Philipp Braun, quien destina 500 jinetes y dos baterías (lo que dispone en ese momento), para detener las columnas atacantes, enviando poco más tarde otro batallón y una brigada de artillería que se suman al combate, tratando de resistir el ataque de los republicanos, hasta que se pueda disponer del resto del ejército imperial.

Ante esta situación, el general Lavalleja, juzgando peligroso generalizar esta acción, ante un enemigo muy superior, deja solamente una avanzada al mando del coronel Julián Laguna en Yaguarón y ordena la retirada, que se realiza en orden hasta que llega a unos 10 kilómetros del campo de la acción.