Nunca llegó a ocurrir una integración eficaz del territorio al país, dadas las diferencias lingüísticas y culturales.
Sanabria, que se encontraba entonces en Buenos Aires, pasó a San José y Colonia, en la Provincia Oriental, en donde nombró comandantes, celebrando en Mercedes un encuentro con los patriotas Pedro Pablo Gadea y Gregorio Salado, desde donde redactó un informe para Lavalleja de sus gestiones, escrito fechado el 14-3-1823 y obrante en el archivo de Entre Ríos, existiendo copia en la carpeta 12 de antecedentes y archivos del museo histórico nacional del Uruguay.
Lavalleja y sus hombres, luego de ir consiguiendo adeptos a su causa, se unieron con las fuerzas leales al general Fructuoso Rivera, en lo que sería llamado como el "Abrazo del Monzón".
En ese momento llegó la noticia de que se dirigían hacia allí las fuerzas de los coroneles Mena Barreto y Jardim; este último había avanzado rápidamente desde Paysandú y momentáneamente se puso al frente del total de 700 soldados brasileños.
Repuestos del esfuerzo, y llevando más prisioneros que su propia tropa, los hombres de Rivera partieron del lugar arreando los 8000 caballos, que llevaron hasta el cuartel de su jefe, en Durazno.