Fray Lizárraga considera que el área comechingones se extendía a lo largo del río Carcarañá, en la zona de Calamuchita y los Molinos, mientras que el historiador Rodolfo Ferrari Rueda informa que los mismos ocuparon los Departamentos de Tercero Arriba y Tercero Abajo (hoy llamado Departamento Gral.
Trabajaron la piedra (hachas – puntas de flecha – piedras bola – morteros), hueso (agujas – adornos etc.) y la cerámica que no tuvo gran desarrollo, destacando en cestería (estatuilla de barro) y alfarería.
La siembra (maíz – frijoles etc.) y la cosecha se realizaban en forma colectiva.
El algarrobo era considerado árbol sagrado, obteniendo del mismo (madera: vivienda, leña: fuego, la recolección de su fruto se hacía en enero).
Los donadores fueron don Apolinario Carranza, en 1826 con 4 cuadras de frente sobre el río y 2 leguas de fondo hacia el Sur, y don Juan Bautista Carranza, 2 más contiguas.
La misma fue realizada al gobernador Juan Bautista Bustos, el cual la rechazó por ser poca la superficie.
Se elevó nuevamente la donación al gobierno provincial, el cual las aceptó y designá como Agrimensor Público a don Ramón Roldán.
Se llamó Villa Nueva para diferenciarla del grupo de ranchos que constituía FERREIRA y que recibía el nombre de Villa Vieja.
Durante ese mes se detectaron dos casos de cólera en el pueblo; para el día 28 de ese mismo mes la epidemia ya se había adueñado del pueblo.
La epidemia avanzó sin detenerse, la gente huía de sus casa, se olvidan muchos valores humanos y sólo interesa salvarse a sí mismo.
Al pasar el tiempo y oscilar las características de la epidemia, fueron llegando algunos de los que habían huido y sumaron sus esfuerzos al esfuerzo de los que habían luchado sin descanso; lentamente fue cambiando el panorama del problema, hasta que llegó el momento en que la población luchó contra el cólera y fue ganando posiciones.
Para diciembre de ese mismo año en Villa Nueva habían muerto unas 475 personas.
En 1878, exactamente el 19 de enero, Villa Nueva se vio invadida por una gran creciente del Río Tercero.
Desde 2005 tiene su propia bandera, que fue diseñada por una vecina de la ciudad llamada Zunilda Carme Barrera.