Cabildo de Córdoba

Los solares destinados para casas del Ayuntamiento en el plano de la ciudad, se extendían frente a la Plaza Mayor (actual Plaza San Martín), pero no habían sido ocupados a pesar de haber transcurrido ya unos quince años desde entonces.

Además se estableció allí el despacho del Gobernador y de sus ministros.

Finalmente, pasados unos años, el edificio mal que bien se terminó al lado de la iglesia parroquial.

Como el citado Bernardo de León seguía en presidio y no había otro que supiese cocer ladrillos y tejas, el procurador Juan Nieto propuso solicitar bajo fianza su libertad, lo que fue aceptado.

Se lo contrató por ciento noventa pesos, pero dada su situación no podía trabajar con entera libertad.

Para apresurar un poco la obra se contrató también a los carpinteros Juan y Gregorio de Acosta.

No disponiendo de fondos para poner en condiciones el edificio, a fines del siglo XVII se envió una carta al rey, en que se solicitaba remedio a tan penosa situación, haciéndose además toda clase de gestiones para reparar la cárcel pública.

Para este entonces el Cabildo no estaba listo todavía, y una de sus preocupaciones fue darle término.

En 1786 encargó los trabajos al ingeniero militar Juan Manuel López, bajo cuya dirección se hicieron la escalera principal, una galería de quince arcos y las modificaciones que dieron al edificio su definido carácter colonial.

Se agregó también una capilla para que pudiesen asistir a misa los recluidos y condenados, librándose años más tarde al público.

El edificio del Cabildo de Córdoba con su antigua torre a fines de siglo XIX y su característica recova .
Interior del Cabildo; al fondo se ve la cúpula de la Catedral .
Vista de todo el largo del Cabildo de la ciudad de Córdoba.