Miguel Juárez Celman

Dos años más tarde fue elegido al Senado, y en 1877 designado presidente del cuerpo.

Ejerció sólo brevemente la función, pues la muerte del gobernador Clímaco de la Peña llevó al gobierno a Antonio del Viso, quien lo nombró Ministro de Gobierno.

Su actuación enérgica e informada le valió la postulación a la gobernación ese mismo año, y fue elegido por el Partido Autonomista Nacional, asumiendo el 17 de mayo de 1880.

Era ya gobernador electo cuando los insurrectos porteños dirigidos por Carlos Tejedor y Lisandro Olmos, opuestos a la federalización de Buenos Aires, lo capturaron junto con del Viso.

El autonomismo nacional hizo suya una concepción del progreso industrial y civil de corte comtiano, que casaba perfectamente con el ya entonces célebre anticlericalismo de Juárez Celman.

Años más tarde, en 1870 se introdujeron reformas en la Constitución ampliando las facultades de los municipios pero sin modificar las arcaicas estructuras vigentes.

Desde entonces las jurisdicciones municipales se vieron reducidas a los límites de su ciudad, villa o aldea.

La unificación y la centralización serán el método de gobierno dominante en las próximas décadas.

Su tarea principal era la aplicación de las reglas de juego del sistema político, el respeto por los poderes presidenciales y el cumplimiento estricto del Pacta sunt servanda en las relaciones civiles.

Desde allí, en defensa de procedimientos electorales discutibles llegaría a opinar que "consultar al pueblo siempre es errar, pues éste únicamente tiene opiniones turbias".

Desde el primer momento, su administración se caracterizó por una exacerbación del presidencialismo.

La enorme concentración del poder político en su persona y en funcionarios directamente designados desde la presidencia, le valieron a su gobierno el mote de Unicato.

Se refería a su pretensión de concentrar todo el poder político y público en el presidente, en tanto que Jefe Único de la Nación y del Partido Autonomista Nacional.

Desde el punto de vista de estos críticos, la política del Unicato había llevado a un masivo desinterés de la población sobre los asuntos políticos; la población, tranquila en cuanto al ilimitado progreso económico que parecía vislumbrarse, no se interesaba en quien gobernaba, ni mucho menos en los medios que utilizara para gobernar.

[4]​ Juárez Celman promovió la obra pública, en especial en Buenos Aires, con la intención de asemejarla a las capitales europeas que tomaba como referencia.

[7]​ Esta acción le valió acerbas críticas del senador Aristóbulo del Valle, que señalaba que de ese modo se sometían los recursos públicos al interés del capital privado, y lamentaba que se hubiera garantizado las ganancias de las empresas compradoras con fondos estatales.

[11]​ Los productores ganaderos estaban en pleno auge económico, con la extensión de sistemas productivos algo más modernos –el alambrado se había extendido por todo el país, y llegaban los primeros molinos de viento para agua–[11]​ y con la incorporación de terrenos recientemente ganados al territorio indígena.

[14]​ El estado Nacional, los estados Provinciales y las bancas privadas se endeudaron rápidamente, mientras una fuerte corriente de ingresos de divisas, especialmente desde Gran Bretaña, alimentaba la burbuja especulativa.

Incluso líderes católicos como José Manuel Estrada y Pedro Goyena se unieron a la Unión Cívica.

Enemistado con Roca, que lo había llamado públicamente "vil y ruin", Juárez Celman se encontraba cada vez más aislado políticamente.

Alem, apadrinado por Mitre, convocó a un gran mitin de los miembros de la UC, en el que hablaron Del Valle, Mitre, Estrada, Goyena y Alem, incitando a la rebelión contra un gobierno elegido en las urnas.

Considerando que la posible participación en elecciones no tendría ninguna utilidad al enfrentar la maquinaria política oficialista, se lanzaron a planificar una revolución.

[22]​ Pellegrini debió afrontar una penosísima situación económica, en que las utilidades de la deuda externa representaban el 60 % del PBI y la mayoría de las casas bancarias habían cerrado sus puertas.

Juárez Celman a la derecha de Julio A. Roca. (Foto: AGNA )
Sátira sobre la elección del sucesor de Roca: Juárez Celman (como Cupido) quiere flechar a la República, mientras Pellegrini y Roca la entretienen. El mosquito , 1886.
Celman retratado con la banda presidencial.
Proyecto original del Teatro Colón (1886).
Correo Central , proyectado en 1888 y terminado en 1928.
Inauguración del Puerto Madero (1889).
Busto de Miguel Juárez Celman, junto al Dique San Roque en la Provincia de Córdoba .
La especulación diaria en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires causó una crisis económica en 1890, que a su vez generó una grave crisis política.
Barricada en Buenos Aires durante la Revolución del Parque .
Foto tomada un día antes de fallecer Juárez Celman. En la foto se lo ve acompañado de su esposa Elisa Funes y rodeado de algunos de sus hijos e hijas, además de Josefina Roca, su sobrina. 13 de abril de 1909.
Busto de Juárez Celman en el Salón de los Bustos de la Casa Rosada.