Poder adquisitivo

El poder adquisitivo o poder de compra está determinado por los bienes y servicios que pueden ser comprados con una suma específica de dinero,[n. 1]​ dados los precios de estos bienes y servicios.

[2]​ Por ello, la medición del poder adquisitivo está directamente relacionado con el índice de precios al consumidor y puede ser usado para comparar la riqueza de un individuo promedio para un período anterior al presente[2]​ o en diferentes países en una misma época.

Como notó Adam Smith, poseer dinero otorga la habilidad de «tener el mando» del trabajo de otros, por lo que el poder adquisitivo puede convertirse en poder sobre otras personas, en tanto estas estén dispuestas a negociar su trabajo o bienes por dinero.

La inflación no implica siempre un poder adquisitivo decreciente con respecto al ingreso real, pues el ingreso monetario puede aumentar más rápido que la inflación.

[3]​ Un estudio anterior indicó que de 1997 a 2006 el poder adquisitivo de los españoles había aumentado un 0,4%, mientras la media europea había sido un 15,2% mayor.