En 1839, participó en la conspiración conocida como los Libres del Sur que lideraba el coronel Ramón Maza, siendo uno de los conjurados para asesinar a Rosas.
Dos meses más tarde tuvo que huir del país y comenzó un extenso viaje en velero que lo llevó a recorrer Montevideo, Brasil, y Chile, estableciéndose en el último.
Ya en Chile participó en política dando su apoyo a la candidatura presidencial de Manuel Montt.
Sin embargo, abogó por no entregar la Aduana del puerto de Buenos Aires a la Nación, lo que agudizaría las hostilidades entre las provincias y llevaría, en 1861, a la batalla de Pavón, en que Mitre impondría los intereses porteños al gobierno federal.
Durante el gobierno de Mitre fue elegido diputado nacional, cargo que ocupó entre 1866 y 1869.
Cuando, en 1880, las perspectivas de Mitre para alcanzar la presidencia se vieron nuevamente enturbiadas por el apoyo prestado por Avellaneda a Julio Argentino Roca, vencedor de los porteños en el '74, las armas parecieron nuevamente la solución.
Tejedor hizo alusión en un discurso a la condición de "huésped suyo" del gobierno federal.
Pero su visión general de las provincias era particularmente negativa:[1] Oprimidas constantemente por caudillos, la vida libre no ha sido posible en ellas sino por ráfagas.
En este último caso, las tropas del gobierno no solo derrotaron a las de Tejedor, sino que pasaron a controlar el puerto del Riachuelo y el acceso sur de la ciudad, con lo que Buenos Aires quedó sitiada por completo.
Por un acuerdo gestionado por Mitre, se dispuso el desarme de la milicia provincial y la renuncia de Tejedor, que renunció a la gobernación en favor del vicegobernador José María Moreno.
En 1894 fue elegido nuevamente diputado nacional por la Unión Cívica Radical, distinguiéndose como versado jurista y buen orador.