Francisco Javier de Viana

Tras las invasiones inglesas, la ciudad de Montevideo había quedado sin guarnición naval por haber sido llevada prisionera a Gran Bretaña, de modo que hubo que reemplazarla por completo.

Sus opositores lo acusaron de gobernar su provincia –que incluía Cuyo y La Rioja– como si fuera territorio enemigo ocupado, obteniendo contribuciones a la fuerza, castigando y premiando a los ciudadanos por su adhesión o no al régimen porteño.

De regreso a Buenos Aires, Viana fue miembro del consejo consultivo del Director Supremo Gervasio Posadas, y acompañó al general Carlos María de Alvear a terminar el sitio de Montevideo.

Allí fue ascendido a general y nombrado ministro de guerra y marina, cargo que ocupó en los últimos meses del mandato de Posadas, y durante los tres meses del gobierno de Alvear, si bien no tuvo papel principal en la Campaña Naval de 1814.

Cuando los portugueses tomaron Montevideo, en 1818, se trasladó a esa ciudad, reconociendo explícitamente el gobierno extranjero en una parte de su país.

Viana, enfermo, quedó en la ciudad cuando Alvear se unió a los santafesinos de Estanislao López y en algún momento volvió a la Banda Oriental.