Pacto Social (Argentina)
Para consolidar el crecimiento económico nacional se necesitaba tanto del crecimiento del mercado interno (tesis apoyada por empresarios y trabajadores) como de las exportaciones tradicionales de la República (las que en la coyuntura eran favorecidas).Por otro lado, el peronismo gobernante estaba sumamente dividido en sectores de izquierda y derecha; los primeros, creían que el gobierno era moderado y necesitaba profundizar un giro hacia el "socialismo nacional"; los segundos, veían al pacto social como un giro a la izquierda, que le daría más poder a la JP marxista e izquierdista, al sindicalismo clasista.Es importante señalara que al parecer la izquierda peronista veía en el regreso del General, la instauración de la patria socialista.El Estado resolvía pero era difícil que las bases acataran, así fue como reaparecerá la puja tradicional entre sectores.El Pacto tenía tres objetivo principales: alcanzar una participación de los asalariados del 40-50% del ingreso nacional, en un lapso de cuatro años; reducir la alta inflación existente; y consolidar el crecimiento económico.[3] La política económica de Cámpora, llevada adelante por Gelbard —que se mantendría como ministro luego de la renuncia del presidente— tendría un "rotundo éxito inicial": el PBI creció el 4,5% (un tercio más que el año anterior); el desempleo bajó del 6,1% al 4,5%; la inflación que en el primer semestre del año llegó al 60%, se redujo al 0% en el segundo semestre; el peso argentino se revalorizó un 25%.El régimen de promoción industrial [2] Además la coyuntura ya no era tan favorable, pues se había producido la Crisis del Petróleo a nivel internacional justo cuando la industria estaba en plena reactivación.[cita requerida] Ante estas dificultades el plan debió ser reformulado, y la re negociación se produjo en marzo de 1974, este nuevo diálogo consumó nuevos aumentos que terminaron dejando insatisfechos a los trabajadores, el virtual rompimiento que ya sufría el pacto llevó al mismo Perón a pedir la cooperación de los actores y amenazar con su renuncia, en el que fuera su último discurso en público.María Estela Martínez era una figura con poco carisma, que no tenía el amplio apoyo que por supuesto emanaba de la figura de Perón, y era simplemente la heredera constitucional del expresidente.En ese escenario conflictivo y traumático, María Estela seguía los designios verticalistas del lopezregismo, causó que las organizaciones de izquierda rompiesen con el débil gobierno peronista.