[2] En 1975 el entonces ministro de economía Celestino Rodrigo, promovido por el propio López Rega, anunció un plan económico para frenar la escalada inflacionaria que consistía en crear un shock mediante un súbito aumento de precios.
La violenta reacción popular a este plan derivó en la renuncia de López Rega y su fuga del país.
Gracias al apoyo del jefe de Policía Filomeno Velazco, López Rega integró la guardia que protegía la residencia presidencial.
Empezó su carrera policial como agente en la Policía Federal para luego ascender a la jerarquía de cabo 1.º, abandonando la institución en 1962.
Mario Roberto Santucho, líder del Ejército Revolucionario del Pueblo, llamó a conferencia de prensa para acusar a López Rega y al teniente coronel Jorge Manuel Osinde de la masacre.
[12] Con apoyo de la logia P2 y la CIA, López Rega organizó desde el gobierno una fuerza parapolicial conocida como Alianza Anticomunista Argentina o Triple A, con base en el Ministerio de Bienestar Social.
Estos escuadrones parapoliciales utilizaron la desaparición de personas, práctica represiva que se multiplicaría exponencialmente durante la Dictadura comenzada en 1976.
En 1974, López Rega viajó a Libia en representación del gobierno de Perón y firmó numerosos acuerdos en materia cultural, comunicativa, económica, etc. A este objetivo diplomático se le llamó «Misión Argentina en Libia».
El 11 de julio de 1975, renunció a su cargo tras las violentas reacciones al plan económico promovido por su protegido Celestino Rodrigo —quien también debió renunciar a su cargo—, y fue nombrado embajador itinerante en España[14] (lo que fue interpretado por muchos como una excusa para huir del país) y se refugió en una quinta cercana a Jerez de la Frontera.
Sin embargo, en 1983, el Tribunal de Apelación anuló la absolución y López Rega volvió a escaparse, esta vez hacia las Bahamas, donde alternó residencia con Miami.
Si bien su paradero era desconocido, se sospechaba que permanecía oculto en algún lugar de Estados Unidos.
Permaneció detenido unas semanas en Estados Unidos hasta que fue autorizada la extradición a la Argentina, donde fue procesado por asociación ilícita, secuestro y homicidio.