José Ber Gelbard puso en marcha un plan económico que consideraba central para el bienestar de los argentinos, contemplando el crecimiento del mercado interno (modelo llamado «mercadointernista»), con sueldos altos y desarrollo de la producción industrial y agropecuaria para abastecer el consumo.
La primera y principal tarea que buscaba el ministro Gelbard era restablecer la alianza social que había fundado al peronismo en los años 40, las PyMEs nacionales y el movimiento obrero argentino, nucleado en la Confederación General del Trabajo de la República Argentina.
Al igual que en 1945, Perón había apostado a un hombre empresario del establishment nacional para dirigir la economía.
Los comunistas creyeron ver en el solo ascenso de Héctor Cámpora al poder la oportunidad para pedir sus reivindicaciones.
[11] Gelbard tuvo una buena relación tanto con el Partido Demócrata de los Estados Unidos como con el líder comunista cubano Fidel Castro.
Así abrió un nuevo gran mercado para las importaciones: la Unión Soviética y Cuba, las mecas del socialismo de Estado.
[12][13] De esos vehículos argentinos, aún ruedan por La Habana los Ford Falcon, Peugeot 404 y los Fiat 125P, que originalmente el Gobierno cubano utilizó como taxis turísticos.
[14][15] José Ber Gelbard fue perseguido durante la dictadura cívico-militar en 1976, que le quitó la nacionalidad argentina.
Diez años después, en 1987, el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín le devolvió póstumamente la ciudadanía.