Llegó al gobierno en las elecciones presidenciales de 1963, realizadas con las dos principales fuerzas políticas proscriptas (peronismo y frondizismo), oportunidad en que fue elegido presidente Arturo Illia.
En septiembre de 1955, ni bien instalado el gobierno militar de la Revolución Libertadora, se manifestaron dos grandes tendencias dentro del espectro antiperonista: Dentro del gobierno militar el sector conciliador estaba representado por el presidente, el general Eduardo Lonardi,[5] mientras que el segundo sector duro estaba representado por el vicepresidente, el almirante Isaac Rojas y la Marina en general.
El 15 de noviembre renunció Lonardi y asumió como presidente el general Aramburu, fortaleciéndose la línea antiperonista dura.
Por su parte el sector frondizista, que contaba con importante presencia juvenil, tomó el nombre de Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI).
La UCRI definió un programa inspirado en la Declaración de Avellaneda con nuevos componentes industrialistas que irían dando forma a su adhesión al desarrollismo.
Por su parte la UCRP, se identificó más claramente con la Revolución Libertadora, y convocó a elecciones internas para definir los candidatos por el voto directo, en las que se impuso Ricardo Balbín acompañado de Santiago H. del Castillo, en alianza con Sabattini, y venciendo al unionismo tradicional que impulsó la fórmula Zavala Ortiz-Sanmartino.
La Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) fue controlada desde un principio por los unionistas, encabezados por Ernesto Sammartino y se vinculó al jefe del gobierno militar, General Aramburu (Potash II, 346-349), para aparecer frente a la opinión pública como expresión política de la Revolución Libertadora.
Los dos principales candidatos son radicales: Arturo Frondizi por la UCRI y Ricardo Balbín por la UCRP.
La UCRP ganó en 12 provincias (Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Chubut, Entre Ríos, Formosa, La Rioja, Misiones, Río Negro, Santa Cruz, Santa Fe y Santiago del Estero); la UCRI se impuso en 4 provincias (Corrientes, Jujuy, La Pampa y Tucumán).
Al formar el gabinete, Illia utilizó una política llamada en aquel entonces de "equilibrio pendular", buscando equilibrar las tres grandes tendencias que en ese momento se habían organizado en la UCRP: El gabinete estableció un equilibrio preciso entre unionistas y balbinistas.
En la conformación del gabinete quedaron excluidos los larraldistas, que pretendían el Ministerio de Trabajo, pero resultaron definitivamente bloqueados por Balbín (Potash,180).
Por un lado el vicepresidente Perette, le restó permanentemente poder a Illia, por su decisión de cogobernar.
Y finalmente, Zabala Ortiz, mantuvo una dura puja con el presidente Illía, criticando la mayor parte de sus políticas progresistas.
Contemporáneamente, existe una inhabitual unanimidad de la sociedad argentina para reconocer en Arturo Illía un ejemplo del político honesto e incorruptible.
En ese entonces, estaban incluidos en el campo balbinista dirigentes como Hidalgo Solá, Arturo Mor Roig, Antonio Tróccoli, Juan Carlos Pugliese, Enrique Vanoli, Rubén Rabanal, Cesar García Puente, Julián Sancerni Jiménez, Raúl Zarrielo, Carlos Raúl Contín, Juan Trilla, entre otros.
Finalmente, en la Línea Córdoba (sabattinismo), se encontraban Arturo Illia y Victor Martínez.
Ricardo Balbín, como presidente de la UCRP, mantuvo conversaciones con Lanusse para coordinar una salida electoral.
Lanussse quería que el radical balbinista Arturo Mor Roig fuere su ministro del Interior, encargado de instrumentar la transición.
Más adelante, Hidalgo Solá y Antonio Tróccoli, rechazarán el ofrecimiento a ser ministros del gobierno militar.