Tuvo cuatro hermanos, Rosa, Alberto, Pablo y Luis Enrique Sabattini, los tres últimos nacidos en la ciudad de Rosario, donde su familia se radicó cuando Amadeo tenía dos años.
Allí cursó sus estudios primarios y secundarios, e inició su militancia en las filas del radicalismo.
Permaneció en esa población durante tres años, tiempo en el que contrajo matrimonio con Rosa B. Saibene, rosarina, con quien tendría cuatro hijos (Rosa Clotilde, Alberto Amadeo, Marta Susana e Ileana) y tuvo una activa participación en los comicios nacionales y provinciales, perfilando sus condiciones de carismático dirigente de la U.C.R.
Seco facilitó la instalación de Sabattini en aquella ciudad, donde le consiguió empleo como médico en el Hospital Pasteur.
Entre los posibles candidatos, se mencionaban a Martínez, Sabattini, Soria, José Antonio Ceballos, Carlos J. Rodríguez, Lucas A. de Olmos y Elpidio González.
En ese contexto, Sabattini asume como Ministro de Gobierno, Justicia e Instrucción Pública.
era señalada como el partido de la inacción frente a la crisis, la esterilidad parlamentaria y el «saqueamiento» del Banco Nación.
Sin embargo, como la elección de gobernador y vice bonaerense era «indirecta», debía reunirse el Colegio Electoral provincial.
La situación económica empeoró y la inquietud política generada por la derrota del gobierno en Buenos Aires fue en aumento.
Tradicionalmente, la base social de los centros urbanos estuvo dada por la clase media inmigratoria integrada por pequeños comerciantes, maestros, empleados, dotores y especialmente, trabajadores ligados al empleo público, municipal, provincial o nacional.
Pero con Sabattini aparece un nuevo votante: los chacareros italianos del sur y centro de Córdoba.
En su discurso del 4 de julio dice: En la elección interna del 7 de julio, el binomio Amadeo Sabattini/Alejandro Gallardo se impone a la fórmula Agustín Garzón Agulla/Carlos J. Rodríguez que fue una alianza entre el Grupo Irigoyen (Rodríguez) y el Pro Fusión (Garzónistás) por 20.567 votos a 15.418.
Como explica Soledad Cosio, «la experiencia democrática que vivió nuestro país desde 1912, a partir de la ley Sáenz Peña, hasta 1930 nos permite comprender la fragilidad de nuestro sistema político y las frustradas posibilidades para ampliarlo y mejorarlo.
Iniciado el escrutinio el 19, dará el triunfo, aunque por leve margen, a la Unión Cívica Radical por 5800 votos de diferencia.
Según algunos historiadores, Amadeo Sabattini recibe Córdoba bajo condiciones devastadoras en lo político, económico y social luego del mandato del demócrata Pedro Frías, para la cual va impulsar grandes transformaciones con el objetivo de sanear la situación provincial.
[5] Sabattini fue condecorado por el líder fascista Benito Mussolini y frente a la Segunda Guerra Mundial adoptó una postura neutralista.
[8] Con respecto al ámbito laboral, elevó la jerarquía de intervención del Departamento Provincial del Trabajo, para que se respete la conciliación y arbitraje en los conflictos laborales y a la vez consiguió aumentos salariales para los trabajadores.
Según relata el investigador, Sabattini (…) «en contraste con las posiciones de la Iglesia Católica —empeñada en condenar moralmente las relaciones prematrimoniales, y a las jóvenes pecadoras— llevó adelante una política por la que el propio Estado provincial se convirtió en el defensor material y moral de las madres solteras.
Creó el Hogar de Menores Madres e hizo construir un edificio destinado a ese fin.
Asimismo, su gobierno respetó los derechos e iniciativas del movimiento obrero, anulando las acciones de la Legión Cívica y otros grupos antidemocráticos, otorgando plena vigencia a las libertades públicas.
Con estas iniciativas fiscales se proponía dar fin a las grandes propiedades territoriales, sin embargo, los sectores que se vieron desfavorecidos por estas leyes, consiguieron que la Corte Suprema de la Nación las declare inconstitucionales.
Hacia el final del gobierno peronista (1952-1955), Sabbatini adoptó una posición abstencionista, que lo enfrentó con la mayoría de los intransigentes, expresados por Arturo Frondizi.