Su término municipal se sitúa en el centro geográfico de la comunidad autónoma, y se considera la puerta al parque natural de las Sierras Subbéticas, considerado geoparque por la UNESCO debido a su gran valor geológico y natural.
La mitad más cercana al asta está a su vez dividida en 48 triángulos que alternan los colores blanco, rojo, amarillo y verde.
El grupo de fósiles más representativo son los ammonites, especies emparentadas con los actuales pulpos y calamares.
Allí se encuentra el auditorio municipal Alcalde Juan Muñoz, un espacio abierto al aire libre, imitando a los antiguos teatros romanos, en el que tienen lugar numerosas actuaciones y conciertos de todo tipo, especialmente en verano.
También se le conoce como "El Paseo" de manera coloquial por su anterior nombre.
Las precipitaciones se distribuyen de otoño a primavera, siendo los meses más secos junio, julio y agosto.
La nieve aunque infrecuente, no es del todo extraña al invierno de Cabra.
En unas excavaciones realizadas entre 2000 y 2001, sobre las murallas medievales de la ciudad, se descubrieron otras datadas del periodo orientalizante (siglo VII a. C.) hasta fechas posteriores como los siglos V y I antes de Cristo.
[10] Asimismo, existe una edificación o palacio íbero en las cercanías del municipio llamado el cerro de la Merced correspondiente a los siglos I y II a. C.[11] En el año 218 a. C., los romanos invadieron Hispania y desembarcaron en la península ibérica con la intención de atacar la retaguardia del todopoderoso cartaginés Aníbal, que en aquellos momentos hostigaba a la misma Roma tras atravesar los Alpes, en su famosa gesta realizada con elefantes.
Una vez sometidos los cartagineses, el general romano y cónsul de la Hispania Citerior Cayo Flaminio, asedió y conquistó la rica ciudad de Licabrum, haciendo preso a su rey el caudillo Corribilo (197 a. C.).
Es tradición que la antigua iglesia de San Juan Bautista del Cerro fue sede de la catedral en aquella época,[14] se dice que construida sobre un antiguo templo dedicado a la diosa Fortuna.
Con la caída del Imperio Romano, Cabra se convirtió en un importante centro del reino visigodo, ahora llamada Egabro, que fue Condado y Obispado entre los siglos VI y VIII, con unos límites aproximados por el norte hasta las actuales Espejo o Lopera, por el sur hasta Benamejí o Antequera y por el oeste hasta Puente Genil, en una época que la ciudad tuvo que ser, según todos los indicios, uno de los centros de poder del sur de Hispania.
En esta época es cuando evoluciona a su actual nombre, Qabra (قبرة),[a] capital de una extensa cora que abarcaba los términos municipales de Cabra, Lucena, Aguilar, Zuheros, Luque y Baena, inspirado en el modelo visigodo.
Las diferencias socioeconómicas entre musulmanes y cristianos generaron frecuentes tensiones en el siglo IX.
Fue derrotado en Poley (Aguilar de la Frontera) y su hijo pudo sostener su reino, con capital en Bobastro, hasta que Abderramán III en el 928 le obligó al destierro.
Los judíos bajo el poder musulmán desempeñaron un papel protagonista en la política, la cultura y los negocios, viviendo largas épocas de esplendor, que no obstante, estuvieron jalonadas por múltiples persecuciones, que desembocaron en matanzas como las de Granada en 1066 y Córdoba en 1013.
Los mozárabes de al-Ándalus que no huyeron a Aragón, en represalia, serían castigados duramente y en su mayor parte deportados a Marruecos,[20] esto supuso la desaparición de todos los cristianos en las zonas urbanas dentro del territorio musulmán.
Los supervivientes se dirigieron hacia el norte, encontrando en Toledo la tolerancia necesaria para erigir otra comunidad donde la cultura judía pudo desarrollarse en gran manera.
La ley no logró su propósito, que era alentar el surgimiento de una clase media emprendedora y activa, porque los bienes subastados acabaron en las manos de las viejas familias ricas y nobles, favoreciendo el latifundismo.
Como ha ocurrido en repetidas ocasiones: Las buenas intenciones conducen al hambre de la población.
Otro hecho relevante fue la construcción en 1891 de la estación de tren, perteneciente a la línea Linares-Puente Genil —más conocida como el «tren del Aceite»— lo que permitió a la ciudad la conexión con la red ferroviaria nacional.
Del total de personas que habitaban en Cabra en 2006 según estos datos 10 482 eran hombres y 10 870 mujeres.
Un dato destacable es que la edad media de la población egabrense ha ido aumentando en los últimos años.
Desde ella operan las siguientes empresas: Gran parte de las líneas tienen parada en el Hospital Infanta Margarita.
También hay disponible un autobús urbano, conocido de manera coloquial como "El coche del moro".
El desempleo es muy importante y crónico, con una población activa del 31,5 %, salvo en la época de campaña agrícola.
En la actualidad la iglesia se encuentra cerrada al culto público si bien las cofradías que tienen en ella su sede canónica celebran diversos actos cultuales a lo largo del año.
La ceremonia de coronación contó entre sus padrinos con numerosas autoridades civiles y eclesiásticas así como con la Infanta Margarita.
A lo largo del año, en el Santuario de la Patrona se celebran diferentes romerías en su honor.
También son muy relevantes las bizcotelas realizadas por las monjas agustinas y el aceite de oliva virgen extra producido en la misma localidad.