Ategua

Los únicos datos disponibles de época tardoantigua es una necrópolis, desconociendo si hubo un núcleo urbano en el momento.

[2]​ La primera excavación en el lugar fue llevada a cabo a principios del siglo XIX por el coronel Eugéne-Georges Stoffel, quien siguió las órdenes de Napoleón III para conocer en profundidad la contienda entre Julio César y los hijos de Pompeyo.

En 1965 el profesor Blanco Ferreiro restauró algunos tramos de la muralla íbero-romana en la zona sur, la puerta noroeste y realizó secuencias estratigráficas.

[3]​ Su privilegiado enclave, sobre un gran cerro amesetado de reborde biocalcarenítico, le permite dominar una amplia panorámica.

La muralla describe por el norte una trayectoria en progresivo ascenso, hasta alcanzar su cota máxima al este -alrededor de 290 m s. n. m.-.

En las esquinas y en los cimientos se escogieron piedras de mayor tamaño, labradas como sillares.

Las zonas bajas se adelantan en talud hacia el exterior de los muros que, por el contrario, son totalmente verticales al interior.

Serán las nuevas investigaciones las que permitirán ratificar o completar las conclusiones del Profesor Blanco.

Al suroreste de la plataforma superior fueron excavadas en los años 80 del pasado siglo, varias casas romanas.

Todas las viviendas se levantaron sobre edificaciones anteriores de las que desconocemos su funcionalidad y su cronología.

De las estructuras arquitectónicas pertenecientes a la Edad Media, destaca el recinto fortificado tardoislámico construido en la terraza superior, que parece haber reutilizado el recinto íbero-romano, aunque su superficie es de dimensiones sensiblemente más reducidas.

Esta fortificación o ciudadela reaprovecha los lienzos de las muralla ibero-romana en el sector este, mientras que por los frentes Norte, Oeste y Sur se construyen nuevos lienzos cuya técnica constructiva contrasta con la de épocas precedentes.

Son dos las puertas que daban acceso a este recinto, una en el lienzo norte defendida por un baluarte en su lado oriental y un contrafuerte adelantado en el occidental.

Se ha constatado la existencia de construcciones (tal vez viviendas) en el interior del recinto fortificado.

Este baluarte, defendido con dos torres en sus lados Norte y Sur, permitía la vigilancia de, entre otros caminos, la red viaria que comunicaba Córdoba con Granada.

La Estela de Ategua fue encontrada en 1968 en las inmediaciones de la ciudad, datando del siglo VIII a. C.