Era pariente cercano del rey Fernando el Católico.
Este es probablemente el origen de la enemistad entre estas dos casas emparentadas.
[7] Durante la guerra por la sucesión a la Corona castellana entre Enrique IV y su hermanastro Alfonso de Castilla, se mantuvo fiel al monarca.
[1] Tras la muerte de Alfonso de Castilla en 1468, se decantó por Isabel la Católica para ocupar el trono, queriendo evitar así que Juana la Beltraneja fuera entronizada.
[1] Fue enterrado en el convento de Santa Marta de Córdoba junto a su esposa María Carrillo.