-Enrico Guazzoni, 1913-, Cabiria -Giovanni Pastrone, 1914-), destacaron las dos principales producciones del estadounidense Griffith (El nacimiento de una nación, 1915, e Intolerancia, 1916) y las del soviético Sergei Eisenstein (El Acorazado Potemkin, 1925, y Octubre, 1927), además de la alemana Madame du Barry (Ernst Lubitsch, 1919)[7] y la francesa La pasión de Juana de Arco (Carl Theodor Dreyer, 1928); ya en cine sonoro La Marsellesa (Jean Renoir, 1938);[8] en el inicio del color Lo que el viento se llevó (hasta cinco directores, 1939); y a finales del siglo XX Novecento (Bernardo Bertolucci, 1976), Pasaje a la India (David Lean, 1984), Ran (Akira Kurosawa, 1985) o Malcolm X (Spike Lee, 1992).[10] Tan abundante es la filmografía del cine histórico que se le puede considerar como un "macrogénero" compuesto de muchos géneros o subgéneros cinematográficos, que a su vez se subdividen en otros, cada uno de los cuales ha desarrollado sus propias convenciones.La adaptación cinematográfica del ciclo artúrico, con mayor o menor fidelidad a los textos medievales o al posible origen histórico del mito, se ha hecho desde muy distintos enfoques (Excalibur, El rey Arturo: La verdadera historia que inspiró la leyenda, Lancelot du Lac, Los caballeros de la mesa cuadrada, Un yanqui en la corte del Rey Arturo, etc.) incluyendo la animación (Merlín el encantador).Las películas que reconstruyen episodios de la Edad Moderna tienen a su disposición fuentes documentales y material visual mucho más abundante para realizar reconstrucciones verosímiles.En un medio diferente, las series de televisión también han recurrido a la recreación histórica.Las más prestigiosas han sido las creadas por la BBC (La flecha negra, Las seis esposas de Enrique VIII, Poldark, Yo, Claudio, Roma, Los Tudor)[67] y otras británicas, como Retorno a Brideshead o Crossbow.Las de la televisión estadounidense se han centrado en el western (El llanero solitario, Bonanza, La casa de la pradera, Kung fu), y en otros aspectos de su propia historia (Raíces, Norte y Sur, Centennial,[68] Band of brothers, MASH, Aquellos maravillosos años); además de las ambientadas en otros periodos (Masada,[69] Shogun) y las que recrean un pasado mítico anacrónico (Hércules: Los viajes legendarios, Xena, la princesa guerrera).Entre las españolas están El pícaro, Curro Jiménez, La saga de los Rius, Las pícaras, La huella del crimen, Cuéntame cómo pasó, La Señora, Amar en tiempos revueltos, Águila Roja o Hispania, la leyenda.[71] Teniendo en cuenta esto, se dice que la definición de cine expresa doblemente este carácter en tanto escenificación filmada, en primer lugar, y como representación de prácticas y usos sociales que se encuentran externos al film, en segundo lugar.“Es una verosimilitud no sólo relacionada con las leyes del relato, sino con las de la realidad.”[73] La verosimilitud no pone en juego la relación entre el relato y la realidad, sino entre él y lo que los espectadores pueden asumir como verdad.Esta fuerte limitación encontraría su fundamentación en su naturaleza fílmica y en su sentido como película de ficción y escenificación "sólo en apariencia fidedigna, respecto a una realidad tres veces desvirtuada",[71] desvirtuada tanto por el paso del tiempo con respecto a los distintos momentos históricos que rememora, por la ligadura a la simplificación que la narrativa audiovisual le otorga y, por último, por la invención de diversas situaciones y personajes.Se puede parecer a mundos creados en otras ficciones, incluso no cinematográficas, puede vincularse a algún género o movimiento, e incluso parecerse al mundo real, más aún si utiliza un estilo realista.Por ejemplo: si hay un personaje que vive en una villa miseria, este deberá hablar como lo hacen generalmente allí, no se puede optar por diálogos formales o por modismos que no son propios de este tipo de asentamientos.Las acciones que desarrollan los personajes deben ser creíbles, estas son quienes forman parte del argumento.Ya establecidas visualmente cómo serán las escenografías, el director trabaja junto con el diseñador de producción, quien en conjunto con su equipo de trabajo, diseña la estética del espacio cinematográfico (físico o virtual).