Residió durante sus primeros dos años de vida en el Teatro Real con sus padres y su hermano Felipe.
Durante la Guerra Civil rodó varios documentales para el bando republicano.
Al concluir la guerra inició su relación con la productora valenciana CIFESA, dirigiendo su primera película en 1941: El hombre que se quiso matar, adaptación del libro de Wenceslao Fernández Flórez y protagonizada por Antonio Casal.
Desarrolló una extensa actividad que abarcó más de cuarenta años de ejercicio como director, rodó sesenta y ocho películas, también trabajó como guionista y productor.
En todas ellas contó con un sobresaliente equipo técnico, como el decorador Enrique Alarcón.