Enrique Jardiel Poncela

A esto hay que sumar sus posteriores problemas económicos y fracasos de público durante el régimen franquista.

Murió de cáncer, arruinado y en gran medida olvidado, a los cincuenta años.

[3]​ No obstante, se sabe que el propio Enrique Jardiel tenía como proyecto en los últimos días de su existencia escribir una autobiografía titulada Sinfonía en mí.

La abuela materna tuvo previamente cierta amistad con Vital Aza y esa influencia se transmitió hasta Enrique por vía materna (otros autores mantienen que Marcelina tuvo propuesta de matrimonio del mismo Vital Aza antes de casarse con Enrique).

Los hermanos fueron educados por la madre; crecieron en un entorno lleno de libros, pinturas y esculturas.

A temprana edad detectaron en él un ligero estrabismo, que desaparecería «casi en su totalidad».

Ya desde esta primera época de bachillerato en los Escolapios era conocido por su actividad nocturna ligeramente rebelde.

Un año antes había sido operada de una oclusión intestinal, y al abrir el doctor encontró diversos tumores con adherencias.

A pesar de todo, ella se recuperó, hasta llevar una vida sin grandes dificultades.

Al acabar todo, regresó a Madrid muy afectado, estudió en el Instituto San Isidro (ubicado en la calle de Toledo) e hizo su preparatorio para iniciar su carrera.

Se dedicó también al teatro, donde siguió sus colaboraciones con Serafín Adame y con otros autores.

En 1926 comenzó a convivir con Josefina Peñalver, mujer separada y que tenía un hijo de su relación anterior.

En esta publicación emitió Enrique algunas de sus pequeñas obras que él mismo denominó "juguetes cómico-líricos".

Aquel mismo año de 1930, su obra teatral El cadáver del señor García resultó un rotundo fracaso.

En 1931 publicó una de sus novelas más populares: Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, sobre el tema del donjuanismo.

Escribió el guion para la película Se ha fugado un preso, dirigida por Benito Perojo.

En 1934 se publicó el primer tomo de su obra teatral, Tres comedias con un solo ensayo, y estrenó Angelina o el honor de un brigadier, que más tarde sería titulada Angelina o un drama en 1880.

Realizó un doblaje cómico para una antigua película muda, Mauricio, o una víctima del vicio.

[7]​ A partir de 1946, apenas estrenó un par de comedias, Como mejor están las rubias es con patatas, en 1947, y su último estreno, Los tigres escondidos en la alcoba, en 1949, que se convirtió en un nuevo fracaso, lo que supuso su definitiva ruina física y económica.

Su novedad se caracteriza básicamente por: En cualquier caso, siempre bajo el truco, el disparate o la situación más absurda, esconde una dura y amarga crítica a la sociedad, reflejo de su desencantada visión de la realidad.

Valgan como ejemplos Angelina o el honor de un brigadier (1934), sátira del mundo sentimental y posromántico de finales del siglo XIX, o Madre (el drama padre), crítica al teatro naturalista.

Entre los autores que reciben y reconocen su influjo se hallan Jorge Llopis, Álvaro de Laiglesia, Alfonso Paso, Juan José Alonso Millán, Carlos Llopis, Ignacio Amestoy, Enrique Gallud Jardiel y Ramón Paso, entre otros.

Portal de la casa natal de Jardiel Poncela en el número 25 de la calle hoy llamada Augusto Figueroa , Madrid.
Escena del estreno de la obra de teatro Usted tiene ojos de mujer fatal , en 1933.
Escena del estreno de la obra de teatro Cuatro corazones con freno y marcha atrás , en 1936.