Calle de Augusto Figueroa

[2]​[3]​ La devoción popular llevó al aristócrata a levantar una modesta capilla en ladrillo visto y estilo mudéjar, conocido como Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad, que se conserva en la esquina de Fuencarral.

[1]​ También cuenta Répide que, llegando a la calle del Barquillo, estuvo la Casa de socorro del distrito de hospicio, y una sucursal del Monte de Piedad.

[1]​ Entre los míticos comercios desaparecidos podría mencionarse la Buñolería Modernista de Luces de Bohemia,[1]​ el esperpento valleinclanesco, que según que cronista pudo ser también, o sin embargo, la chocolatería de San Ginés.

Y entre los ilustres vecinos se recuerda a Enrique Jardiel Poncela, que tras mudarse a pisos de varias calles del barrio acabó sus días en la vecina calle de las Infantas en 1952.

También vivió aquí el crítico y novelista manchego Francisco García Pavón.

Calle de Augusto Figueroa, desde la calle Barbieri, (a la derecha, el Mercado de San Antón).
Una imagen eterna en el interior del nuevo Mercado de San Antón.
Calle de Augusto Figueroa, desde la calle Pelayo, en 2017.