[6] Adquirido a finales del siglo XX por la UGT, se reconstruyó todo su interior, incluida la antigua iglesia, para albergar hasta 2016 la sede confederal del sindicato.
Durante el reinado de Carlos III existió en esta calle un laboratorio químico.
[16] Llegando ya Mejía Lequerica, tiene fachada el Palacio del Conde de Villagonzalo ocupando los números 85-87, y diseñado por Juan de Madrazo y Kuntz.
[19] Más maduro aunque quizá también involuntario paseante en esta calle fue Benito Pérez Galdós que tenía en el bajo del número 32 su editorial y librería.
Otros escritores, artistas, periodistas y tertulianos[20] que sin duda frecuentaron sus aceras hubieron de ser muchos de los parroquianos y adictos a los cafés que durante el siglo XIX y el XIX tuvo la calle de Hortaleza:[21] En el inicio del siglo XXI este decadente capítulo aun puede evocarse en la librería "Pérez Galdós", fundada por los descendientes del escritor canario en 1942, o en el pequeño espacio dedicado a temática gay de la librería Berkana".