Realizó estudios medios de delineante en Gijón y trabajó como técnico en la construcción del ferrocarril en el tramo Oviedo-Gijón.
Pasaba los veranos en Mieres y en Málaga los inviernos a causa de su mala salud.
Tuvo cuatro hijos: Luis, Pedro, Carmen y Vital Aza Díaz, este último fue un médico de gran prestigio, al igual que su nieto Vital Aza Fernández-Nespral, hijo de Pedro.
Su composición, según nos la describe A. Bonet: "contaba con elegantes gabinetes reservados y salas que como acordeones se ampliaban para banquetes.
Vital Aza se dio a conocer en El Garbanzo, revista que dirigía el también escritor Eusebio Blasco.
Entre sus numerosas obras para la escena destacan Aprobados y suspensos, ¡Adiós Madrid!, Los tocayos, El señor cura, El sueño dorado, El sombrero de copa, La rebotica, Noticia fresca (en colaboración con José Estremera), Tiquis-miquis, Parada y fonda, Fráncfort, Robo en despoblado, La marquesita, Ciencias exactas, Pensión de demoiseilles, Perecito, El padrón municipal, El viaje a Suiza, etc.
En sus obras aparece sobre todo reflejada la clase media en los aspectos que más se prestaban al efecto cómico o satírico.