Periodismo satírico

En otras ocasiones, presenta noticias reales como ficticias dando siempre claves para identificar estos textos como ficcionales, cuyo objetivo es evidenciar una realidad a través de la exageración, el absurdo o la parodia.

Muy pocos pueblos del mundo poseen una protesta dinámica y muchas veces efectiva contra un mal gobernante, o un encendido elogio.

El innato ingenio y picardía del pueblo mexicano le permiten incluso emprender las tareas más difíciles, celebrar mejor un triunfo pero también arrostrar las más grandes desgracias incluyendo la muerte.

Este personaje, con programas como El Mañanero, demostraba que no era necesaria la seriedad para informar a la población; la cadena mexicana Televisa lo definía[16]​ de la siguiente forma: A partir de 2012, en México se ha perdido un poco la cultura del periodismo satírico, sin embargo, aún hay claros ejemplos en los medios, ya sea en los periódicos con columnistas como Germán Dehesa o caricaturistas como Paco Calderón; en la radio con el programa La corneta,[17]​ o en medios digitales está Chumel Torres con su programa El pulso de la república.

[18]​[19]​ Otros ejemplos de periodismo satírico son: Al ser un formato que genera polémica, el periodismo satírico es una difícil apuesta en los medios por razones como decir algún mal chiste que afecta a un público sensible, tal y como sucedió con “Polònia” en Cataluña, España, cuando recibió duras críticas por un sketch que parodiaba al presidente Mariano Rajoy con varios de sus funcionarios en ambiente de la película de El hundimiento, ya que se argumentaba que el sketch tachaba de nazi al gobierno español.

Periódico La Carcajada .