Las autonosuyas es una película española de 1983, la última dirigida por Rafael Gil.
El resto de alcaldes vecinos le secundan cegados por la posibilidad de "chupar del bote", asignarse enormes sueldos, cobrar sustanciosas dietas, utilizar caprichosamente los coches oficiales, no escatimar en seguridad, tener secretarias y otras prebendas.
Ya en marcha la autonomía serrana, se convoca una gran fiesta de hermandad con los nacionalistas del resto de España, pero no todos están a favor del rumbo que ha tomado este asunto y tratarán de impedirlo.
El rodaje se realizó mayoritariamente en el pueblo madrileño de Torrelodones.
Los coches pasan por estas calles una y otra vez en un recorrido que, sin embargo, se supone continuo.