En 1933 cuando la compañía ya pertenecía a la familia Casanova, consiguió la exclusividad para distribuir en España las películas de Columbia Pictures.
La industria española no ha conocido otra empresa que se asemejara tanto a los estudios de Hollywood, creando un sistema muy parecido al modelo estadounidense.
La industria cinematográfica española se vio muy afectada por la Guerra Civil y la postguerra, pero Cifesa encontró la manera de afrontar esa situación.
Durante los tres años que duró la guerra, toda la producción cinematográfica de la Cifesa valenciana se centró en el "Noticiario Cifesa", del cual solo salieron tres números, de diez minutos cada uno y centrados en las actividades del Gobierno Republicano en Valencia.
También se aprovechó para publicar algunas nuevas producciones que el estallido de la guerra no dejó estrenar.
El Estado dictó una serie de medidas que resultaron muy favorables para la industria del cine español.
El progreso desde 1939 había sido tan rápido debido a la aceleración producida por las medidas de protección tomadas por el Estado.
Entre estas películas cabe destacar El hombre que se quiso matar (1942) o La culpa del otro (1942).
Como los estudios norteamericanos, también Cifesa tenía estrellas que trabajaban en exclusividad para la productora, como es el caso de Imperio Argentina, Rafael Durán, Amparo Rivelles, Aurora Bautista o Alfredo Mayo, que fue cedido por el estudio para la película Raza.