Morena Clara (película de 1936)

Tras resultar absuelto el traficante de drogas por el que intercedió Rosales, ambos van a la casa del fiscal para agradecerle su supuesta intervención.

Trini entrega el dinero a don Elías para que contribuya al mantenimiento de su hija ilegítima.

[28]​ En el filme, Florián Rey insistió en la fórmula de amores interclasistas que tan buen resultado le había dado en Nobleza baturra, pero en esta ocasión añadió también el factor interracial.

El filme se apoya así en un trío de excelentes actores con papeles perfectamente definidos: Imperio Argentina, Miguel Ligero y Manuel Luna.

Ello permite desarrollar una compleja trama que, aunque cómica, incluye temas serios como la corrupción judicial, los hijos extramatrimoniales o el tráfico de drogas.

[32]​ La secuencia del juicio era esencial en la obra teatral y se mantiene casi íntegra en la película, salvo la supresión de algunos chistes contraproducentes.

[39]​ Trinidad evoluciona desde el hurto de los jamones hasta su conversión en esposa del fiscal que le acusó en el juicio por aquel delito.

[40]​ Su contención interpretativa en esta última hace que el melodrama no llegue a resultar exagerado en ningún momento.

[46]​ Aunque procedente de la revista, Ligero trabajaba ante la cámara sin ninguna reminiscencia teatral y empleando todo el cuerpo en la interpretación.

Junto con Imperio Argentina formaba una pareja esencial, cuya extremada popularidad incluso dificultó el rodaje en una ocasión en que convencieron al director para ir a la propia Sevilla.

[47]​ Inicialmente el papel iba a ser interpretado por un actor más joven, ya que Ligero tenía otro compromiso.

[51]​ Rafael Baena, interpretado por Manuel Dicenta, es el opuesto de su hermano Enrique: un tarambana juerguista que constantemente pide dinero a su madre.

Ambos miembros de la familia «respetable» aparecen así marcados como poco virtuosos, lo que disminuye la importancia del pequeño delito cometido al principio por Trini.

Florián Rey carecía de todos esos medios, por lo que los travellings realizados con las pesadas cámaras usadas en el filme —cuyas lentes exigían corregir constantemente el enfoque— son muy meritorios teniendo en cuenta el resultado.

Trini y Regalito irrumpen en la fiesta cantando las bulerías «Échale guindas al pavo», una tonadilla jubilosamente cómica con letra de Ramón Perelló.

Mientras el músico se aislaba en un camerino, Rey hizo traer a la orquesta y facilitó instrucciones al director de fotografía, Enrique Gaertner, para que preparase la iluminación adecuada.

[65]​ La letra resulta muy sugestiva y, aunque no menciona en ningún momento el origen étnico del personaje, se duele por un destino que viene marcado por su nacimiento.

El estallido de la guerra civil no detuvo su carrera comercial, pues siguió exhibiéndose con gran éxito en las dos zonas en que se había dividido el país.

[79]​ Manuel Rotellar considera que el guion de Florián Rey mejora la obra teatral gracias a una acertada planificación.

Estas comedias interclasistas e integradoras resolvían los conflictos de una manera que sería imposible en la posterior dictadura franquista, cuyos valores sociales impedían soluciones flexibles.

[81]​ Por otro lado, la película sentó las bases del cine folclórico que se desarrolló posteriormente, ya durante la dictadura de Franco.

El contraste entre lo rural y lo urbano presenta una serie de escenarios que se harán habituales: el patio, la taberna o la reja.

Por último, estableció unas convenciones narrativas que muestran conflictos amorosos basados en las diferencias sociales, étnicas y de costumbres.

[82]​ Sin embargo, la enorme popularidad que Morena Clara y otras películas de Florián Rey tuvieron durante la etapa republicana no se mantuvo con el paso del tiempo.

Aunque esta opinión —cuyo principal exponente fue la revista Primer plano— no llegó a convertirse en oficial, sí influyó en sectores críticos.

En primer lugar por diferencias políticas, pero también porque este sector consideraba la obra del director aragonés demasiado popular y comercial.

El más significado representante de esta tendencia izquierdista es Román Gubern, quien considera que Rey buscaba complacer a un público subdesarrollado con unas españoladas reaccionarias.

[91]​ Los planteamientos críticos son considerados demasiado simplistas por otros historiadores que han estudiado la obra de Florián Rey; sobre todo la del período silente.

[94]​ A pesar de ser casi veinte años más reciente, resulta menos creíble que la primera versión.

[56]​ La película El día que nací yo, dirigida por Pedro Olea y protagonizada por Isabel Pantoja en 1991, supone un explícito reconocimiento a Morena Clara.

La « españolada » tenía antecedentes antiguos, como Carmen .
Con Morena Clara Florián Rey encadenó su tercer éxito consecutivo.
Carmen de Lucio fue una de las actrices que ya habían trabajado en Nobleza Baturra .
Imperio Argentina en una escena de Morena Clara . La actriz se encontraba en la cumbre de su carrera en ese periodo.
Miguel Ligero acababa de obtener un éxito con Rumbo al Cairo .
El siguiente filme de Rey , Carmen, la de Triana , fue atacado por sectores falangistas .
Penélope Cruz encarnó en La niña de tus ojos a un personaje muy influido por Trini. Foto: Georges Biard