Pedro Olea

Posteriormente seguirían otras películas notables como No es bueno que el hombre esté solo (1973),[6]​ Pim, pam, pum... ¡fuego!

[10]​ En 1984 regresó a su tierra natal para filmar Akelarre[11]​, y en 1986 repitió con Bandera negra.

[10]​ En 1993 ganó el Goya al mejor guion adaptado por El maestro de esgrima.

[10]​ Su filmografía se caracteriza por la opresión del individuo bajo las fuerzas sociales, así como por el retrato de personajes deformados por estereotipos perversos.

[12]​[13]​ Como Director Como Productor Parte del contenido de este artículo ha sido tomado de la Enciclopedia Emblemática ETOR disponible en el Portal Open Data Euskadi bajo licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0.