«Españolada» es un término que suele emplearse de manera despectiva para hacer referencia a determinadas obras artísticas que exageran y falsean el carácter español.
[3] Se ha aceptado que esta deformación de la imagen de España tuvo su origen en el siglo xix cuando el Romanticismo puso de moda el mito español,[4] provocando una peregrinación de escritores europeos, primero ingleses y luego y sobre todo franceses, entre ellos Alejandro Dumas y su hijo, Théophile Gautier, Victor Hugo o Prosper Merimée, cuya obra Carmen es considerada por Francisco Ayala, entre otros muchos autores, como la cuna de la España mítica, territorio exótico y diferenciado con respecto al resto de Europa.
[5][6] Una extensa y curiosa iconografía producida por ilustradores, pintores y grabadores extranjeros, y afirmada con la obra de los artistas del costumbrismo romántico andaluz, tejió el conjunto de legendarios tópicos en torno a la tierra andaluza (bandoleros, gitanos, toreros, bailaores, tonadilleras, etc).
Algunos actores célebres que se iniciaron o afirmaron en este género fueron Paco Martínez Soria, Antonio Ozores, Alfredo Landa o José Luis López Vázquez.
José Luis Navarrete explicó el éxito y la popularidad del género como consuelo provocado por el deseo de que la imagen que en ellas se brindaba de España fuera realista y auténtica.