Wenceslao Fernández Flórez

Fernández Flórez da sus primeros pasos como escritor con Manuel María Puga y Parga «Picadillo», con los hermanos Carré, con Tettamanci, con Manuel Casas, y con Ángel del Castillo, entre otros, todos ellos mayores que él; pero quien realmente le causa impresión fue Castelao, uno de los caricaturistas que más frecuentemente ilustraron sus obras.

También fue elegido miembro de la Real Academia Española (1934), aunque no tomaría posesión hasta 1945.

Wenceslao era antes de la guerra civil declaradamente liberal, incluso atacó los pilares básicos del Movimiento nacional, es decir, la Iglesia, los militares y la justicia.

Este hecho induce a una relación especial entre los dos personajes Sus novelas fueron escritas en castellano, y algunos de sus cuentos en gallego.

Parece haber una curiosa simbiosis entre Cecebre y Macondo, digna de estudio para expertos.

Se muestra muy sensible al paisaje galaico que envuelve en un profundo lirismo.

No se muestra un innovador en cuanto a las formas y estructuras novelísticas, sino que sigue académicamente los modos de la narrativa tradicional.

Las preocupaciones morales y el pesimismo del autor se manifiestan en casi todas sus novelas.

También se ironiza sobre la hipocresía social en Relato inmoral (1928) y en El malvado Carabel (1931), siempre ofreciendo una visión desencantada de la sociedad bajo la apariencia del humor.

Eduardo Sánchez Miño , Vicente Díaz González, Wenceslao Fernández Flórez, Joaquín Arias de Miranda y José Fitor Cabot (1909).
Caricaturizado en El Imparcial (1925) por Pellicer .
Tumba de Fernández Flórez en el cementerio de San Amaro de La Coruña.