Gran incendio de Roma

El fuego habría empezado en el extremo del sudeste del Circo Máximo, en las tiendas que vendían mercancías inflamables (aceites, etc.), y se habría extendido rápidamente, ardiendo por espacio de cinco días.Otros escritores que vivieron en la época, incluyendo al filósofo Séneca —que aunque había sido valido de Nerón, había caído en desgracia en aquel entonces y posiblemente no se encontraba en Roma—, a los historiadores Flavio Josefo —residente en ese momento en Palestina o Egipto—, Dión Crisóstomo —joven por aquel tiempo (24 años), todavía no había comenzado su carrera como historiador—, y Plutarco —muy joven (unos 14/16 años) y residente en Roma—, y al filósofo estoico Epícteto —que era esclavo, vivía en Asia Menor, tenía 9 años de edad, y no dejó obra escrita—, no hacen ninguna mención al incendio aun cuando trataran en sus libros el principado de Nerón, lo cual daría a entender, se dice, la escasa relevancia que habría tenido para estos.Sin embargo, según Tácito, Nerón se encontraba en Antium (actual Anzio) en el momento del incendio, y además afirma que el que Nerón tocara la lira o la cítara y cantara mientras la ciudad ardía había sido un rumor.Sea como fuere, la imaginería popular tradicionalmente ha representado a Nerón tocando la lira mientras Roma ardía.Según Tácito, al tener noticia del incendio, Nerón regresó rápidamente a Roma y organizó un plan de ayuda y socorro para los afectados, corriendo de su propio bolsillo con todos los gastos que ello supusiera.Tras el incendio, Nerón abrió sus palacios y jardines al pueblo, para poder así proporcionar un refugio a los que se hubieran quedado sin vivienda, al tiempo que dispuso de suministros de alimentos para evitar la hambruna entre los supervivientes.Según Tácito, poco después del fuego algunos romanos empezaron a culpar a Nerón del incendio, algo a veces considerado como sugestivo, ya que cuando dieciséis años después, durante el reinado de Tito se desató un incendio similar, nadie acusó al emperador, si bien el clima político del principado de Tito era muy distinto.El clima de frustración tras el incendio y las propias costumbres sociales de la época hicieron que Nerón, fuera queriendo desviar las culpas, fuera por buscar rápidamente a un culpable, acusara rápidamente a los cristianos.Las versiones primarias, que incluyeron posiblemente las historias escritas por Fabio Rústico, Cluvio Rufo y Plinio el Viejo, no sobrevivieron.Estas versiones primarias, no obstante, se describen como contradictorias y llenas de grandes exageraciones.
El gran incendio de Roma.
Nerón contemplando el incendio de Roma , en una obra de Karl von Piloty (1861).
Póster de la película Quo Vadis? , donde se aprecia a Nerón contemplando en incendio despreocupadamente.