El paciente inglés

El British Film Institute clasificó a The English Patient como la 55ª mejor película británica del siglo XX .

[3]​ La historia está ambientada a la vez en dos cronotopos distintos; en la Toscana durante la Segunda Guerra Mundial y en el Egipto de entreguerras.

Poco a poco se revela que él es en realidad un cartógrafo húngaro, el conde László Almásy (Ralph Fiennes), que estaba realizando un mapa del desierto del Sáhara y cuyo romance con una mujer casada, Katharine Clifton (Kristin Scott Thomas), en última instancia lo llevó a su situación actual.

A medida que el paciente recuerda más, David Caravaggio (Willem Dafoe), un ex-operativo del servicio de inteligencia canadiense y formado como ladrón, llega al monasterio.

Caravaggio perdió sus pulgares mientras era interrogado por un oficial del ejército nazi y poco a poco se desvela que se trataba de las acciones del paciente las que habían acarreado su tortura.

Como Geoffrey está a menudo lejos del grupo en otros asuntos, surge una aventura entre ambos.

Pero Caravaggio, sin darse cuenta, tropieza con los restos del triángulo amoroso conde-Katherine-Geoffrey, entre 1940-42.

Justo después, el conde pide una sobredosis de morfina a su enfermera, para que lo libere del terrible sufrimiento que le provocan tanto las heridas físicas como las psicológicas y Hana, conmovida, lo eutanasia.

La película se sitúa a medio camino entre la realidad y la ficción y es que toma de referencia la biografía de la figura histórica del húngaro László Almásy para desarrollar su interesante trama.

Al recorrer el norte del continente africano en varias ocasiones, se enamoró de este.

Almásy se encapricharía de este misterioso asentamiento que nunca había sido localizado por nadie y emprendió una expedición con varios hombres para lograr encontrarlo.

Tras el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la expedición tuvo que quedar en pausa.

Murió en Austria por disentería amebiana en 1956, tras haber contraído la enfermedad en su búsqueda por África del ejército enterrado de Cambises II.

Le película, por tanto, cuenta la biografía del piloto húngaro a medias tintas.

No tuvo una relación extramatrimonial con la señora Clifton, pues este es un apellido inventado y, aún más importante, era homosexual confeso.

Michael Ondaatje, el autor canadiense nacido en Sri Lanka de la novela, trabajó en estrecha colaboración con los realizadores.

[7]​ Zaentz recordó: "Te miraban y decían: '¿Podríamos elegir a Demi Moore para el papel'?".

Murch, con una carrera que ya incluía obras tan complejas como la trilogía El Padrino, The Conversation y Apocalypse Now , temía la tarea de editar la película con múltiples flashbacks y marcos temporales.

Fue durante este tiempo que Murch conoció a Ondaatje y pudieron intercambiar opiniones sobre la edición de la película.