Tierra de faraones (título original: Land of the Pharaohs) es una película estadounidense de 1955 dirigida por Howard Hawks, con Jack Hawkins y Joan Collins como actores principales, ambientada en el antiguo Egipto.
Para que siga la construcción, Kheops decide cobrar tributos a Chipre, donde reina la bellísima y ambiciosa princesa Nélifer, de quien se enamora y con la que se casa.
Al final el sumo sacerdote Hamar, regente del faraón en su ausencia y hasta su entierro en su tumba una vez muerto y además conocedor de las tramas urdidas por Nélifer que no puede demostrar, le plantea falsamente a Néllifer que tiene que presidir los ritos funerarios en el interior de la tumba si quiere ser reina de Egipto.
Entonces ella se da cuenta de que morirá en el interior de la tumba junto con los demás, que se han comprometido a morir con el faraón en su tumba por voluntad propia.
En libertad, los dos emprenden el regreso a sus tierras natales junto con el resto de su pueblo.