Trabajando con el ingeniero Sciamengo en mejoras técnicas, patenta el "fixitè" un procedimiento para prevenir el deslizamiento de la película.
En 1919, en la cima de su éxito, abandonó la actividad cinematográfica para dedicarse a la investigación médica.
Esta película fue realizada con todas las exigencias del "Film d'art", incluido el contratar al más reputado escritor italiano de la época, Gabriele D'Annuncio, para redactar los intertítulos.
Esto consigue que la escala de planos se modifique sin recurrir, como Griffith, a la segmentación y al montaje, al internarse la cámara en el decorado y acercarse a los actores desde planos generales.
Es lo que hoy llamaríamos un plano secuencia, como hicieron posteriormente Jean Renoir o Luis García Berlanga.