Gonzalo Torrente Ballester

Al año siguiente murió su abuelo Eladio, hombre que influyó notablemente en su formación; le regalaron como consuelo su primer Quijote.

En Oviedo tuvo sus primeros contactos con las vanguardias literarias gracias a su compañero Basilio Fernández López, alumno de Gerardo Diego.

En 1931 se trasladó con su familia a Bueu (Pontevedra)[2]​ y en 1932 contrajo matrimonio con Josefina Malvido.

En 1933 fijó su residencia en Ferrol y trabajó en la Academia Rapariz, dando clases de gramática, latín e historia durante dieciséis horas diarias.

Además publicó Las ideas políticas: el liberalismo y Antecedentes históricos de la subversión universal, en la Editora Nacional.

En 1940 preparó la oposición a enseñanzas medias y ganó la plaza en Mahón, pero permaneció en Santiago en comisión de servicio.

En 1943 publicó su primera novela, Javier Mariño, en la Editora Nacional, pero fue secuestrada por la censura gubernativa a los veinte días de salir.

En 1948 asistió a conferencias de José Ortega y Gasset en Madrid e inició su actividad como crítico teatral en el Diario Arriba.

En enero de 1958 falleció su mujer, Josefina Malvido, y poco después, en febrero, su padre, Gonzalo Torrente Piñón.

En 1963, la escasa acogida de su Don Juan (su personaje más querido[3]​ y, según su hijo Gonzalo Torrente Malvido, su mejor novela), publicado en Destino, y su pelea con la censura por defender esta obra, le desanimaron de la escritura.

En este período inició su colaboración en Faro de Vigo con una columna titulada «Amodo» (en gallego: lentamente).

En agosto embarcó con la familia (ahora son cinco los hijos del matrimonio) y todas sus cosas, incluida una creciente biblioteca, para Estados Unidos.

En 1968 recibió en Albany visitas de Dionisio Ridruejo, Ramón Piñeiro y Dámaso Alonso.

Regresó a España y fue destinado al instituto de Orcasitas (Madrid) cuando pidió el reingreso en la enseñanza.

Se trasladó a Salamanca para impartir clases en el instituto Torres Villarroel.

Durante los casi veinticinco años que vivió en Salamanca, congregó a su alrededor la vida cultural de la ciudad universitaria, y era habitual verle en el centenario café literario Novelty, en la plaza Mayor salmantina, donde ahora existe, en su memoria, una estatua, hecha por su amigo el escultor Fernando Mayoral.

Publicó su ensayo El Quijote como juego, en Guadarrama, y apareció en libro la columna Cuadernos de La Romana, en Destino.

En 1978 inició la redacción de relatos para Las sombras recobradas, libro que publicó en 1979, en Planeta.

En 1983 fue nombrado hijo predilecto de Ferrol y publicó, por fin, La Princesa Durmiente va a la escuela, en Plaza & Janés.

En 1987 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca y publicó: Yo no soy yo, evidentemente.

Se estrena la película El rey pasmado, basada en su obra y dirigida por Imanol Uribe; ganó ocho Premios Goya de la Academia del Cine Español.

Se inauguró una plaza con su nombre en La Coruña y publicó La muerte del decano, en Planeta, y Torre del Aire, editada por la Diputación de La Coruña, donde recopiló los artículos firmados bajo ese título.

Recibió al año siguiente el Premio Castilla y León de las Letras.

Viajó a Luxemburgo para un encuentro con los traductores de su obra (Claude Bleton, Colin Smith y António Gonçalves).

[3]​ Como narrador, Torrente sobresale por el planteamiento y la resolución profundamente irónicos de sus narraciones.

Esta ironía se basa en la percepción de lo real en lo maravilloso y de lo maravilloso en lo real, por lo que se le ha calificado en ocasiones como la respuesta española al realismo mágico hispanoamericano, lo cual Torrente rechazaba.

[9]​[10]​[11]​[12]​ En Salamanca, una biblioteca municipal recibe el nombre de Torrente Ballester como homenaje.

La exposición continuó en otras ciudades españolas, europeas y americanas a lo largo de 2011 en colaboración con el Instituto Cervantes.

También fue producido el vídeo documental GTBxGTB, dirigido por los periodistas Luis Felipe Torrente y Daniel Suberviola.

El sello reproduce un retrato fotográfico del autor realizado en 1988 por su hijo José Miguel Torrente.

Presentación de la escultura en memoria de Torrente Ballester en el Café Novelty de Salamanca en el año 2000. De derecha a izquierda, el director de la RAE , Víctor García de la Concha ; la viuda del escritor, doña María Fernanda Sánchez-Guisande Caamaño , el escritor gallego Carlos Casares y el escultor, Fernando Mayoral .
Estatua dedicada a Torrente Ballester , en el centenario Café literario Novelty en la plaza Mayor de Salamanca , obra del escultor Fernando Mayoral .
Busto de Gonzalo Torrente Ballester en Ferrol ( provincia de La Coruña )