[5][23] Durante estas festividades, el izamiento de la bandera chilena es obligatorio en todos los recintos privados y públicos del país.[1][2] En estas fechas, las fondas o «ramadas» se instalan como centros de entretenimiento, mezclando música y baile del folclore nacional con platos y tragos típicos de la cocina chilena.[31][32] Aunque fallida, la llamada «conspiración de los tres Antonios» (1780) fue el primer proyecto serio de una revolución independentista en Chile y el primer intento republicano en América Latina.[4][15] La ley 2977 de 1915 fijó oficialmente las Fiestas Patrias en dos días, 18 y 19.[9] La costumbre de festejar más días se ha mantenido intermitente hasta la fecha.[71] Esta ceremonia fue instaurada en 1975[72][73] y en 1997 el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle la estableció como una de las cuatro actividades oficiales del gobierno chileno para conmemorar la independencia del país.[77] En 1870 la eucaristía fue removida de la ceremonia por solicitud del ministro Miguel Luis Amunátegui debido a que era necesario el ayuno de los asistentes para poder realizarla.[85][n 10] La tradición de efectuar paradas militares el 18 de septiembre se mantuvo durante los siguientes años; mediante una orden gubernamental del presidente Jorge Montt, el desfile se trasladó en 1896 al «Campo de Marte»,[83] reformado después para convertirse en el Parque Cousiño (rebautizado como Parque O'Higgins en 1972).[17] La única oportunidad en que este feriado ha sido suspendido y declarado como día hábil ocurrió en 1973.[92] En 1948 veteranos de la Guerra del Pacífico marcharon bajo la lluvia, siendo ovacionados por el público.[93] Ese mismo año, se le ofreció «chicha en cacho» —chicha servida en un cuerno ornamentado— al presidente de la República para brindar por Chile; y en 1969 se llevó a cabo un «esquinazo»[96] donde una pareja bailó cueca,[93] ceremonias que han sido tradicionalmente llevadas a cabo por el «Club de Huasos Gil Letelier».[104] El pabellón chileno debe estar limpio y en perfectas condiciones, colocado en un asta blanca, cuyo alto no sea inferior a cuatro tercios del largo de la bandera, e izado al tope; también puede estar colgado en la fachada principal de forma horizontal o vertical —en este último caso, la estrella siempre debe estar en la esquina superior izquierda vista desde el frente de la fachada—.[105] En 1843 el gobierno de Manuel Bulnes encargó una melodía al compositor José Zapiola para el texto «Canción a la bandera de Chile», el primer himno dedicado al pabellón chileno, del autor Francisco Bello Boyland (1817-1845).[107] Durante las Fiestas Patrias resurgen las costumbres y tradiciones típicas de la identidad nacional que conforman la llamada «chilenidad» y que han sobrevivido a los cambios históricos.[28][109] Los juegos típicos reaparecen —se realizan rodeos, carreras a la chilena y domaduras, torneos de palo ensebado y rayuela, carreras de ensacados y persecuciones de chanchos, por ejemplo—, mientras que el clima primaveral permite que se eleven volantines en gran parte del país.[31] En estas fechas se acostumbra preparar comidas y bebidas típicas de la cocina chilena.[32] Varias instituciones educacionales —como parvularios, escuelas, liceos, colegios, centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades— tienen normalmente una semana de vacaciones coincidente con estas festividades.[114] Por otro lado, y si bien no es algo obligatorio, es muy común que en septiembre se pague una suma de dinero, conocida como «aguinaldo de Fiestas Patrias», a los pensionados, según especificaciones de la ley,[115] los empleados públicos y los trabajadores del sector privado —estos últimos reciben montos «según el acuerdo con cada empresa en el contrato colectivo correspondiente»—.[13] También estaba permitido y era costumbre el uso personal de artículos pirotécnicos para fuegos artificiales en las celebraciones; sin embargo, actualmente está prohibido y solo permitido como espectáculo masivo.[122] Durante la Guerra del Pacífico (1879-1884), las tropas del ejército chileno en campaña se organizaron para celebrar el 18 de septiembre en territorio enemigo: en el campamento de Tacna en 1880, «se tocó diana por las bandas, y la Canción Nacional al izarse la bandera, y se asistió a una misa de campaña.En la tarde hubo] divertidísimas funciones de títeres y de acróbatas; y se bailaron animadas cuecas»,[123] mientras que en Lima en 1882, «a las 2 P. M., hubo un Te-Deum en la plaza principal [y] un desfile [...] En la noche hubo un banquete en el palacio de los virreyes, al que asistieron los jefes.Y al día siguiente se efectuó la tradicional parada militar [a las doce en Malambo, barrio ultra Rimac]» (ortografía original).señor Gómez Ferreira, que por decreto federal ha sido declarado feriado el 18 de septiembre próximo, en homenaje a la cordial amistad que une a esa república con la nuestra».[143] Luis Rodríguez Velasco compuso su primer poema, «Al dieziocho [sic] de septiembre», que fue publicado en El Correo Literario en 1858.[152] Las Fiestas Patrias son fechas importantes tanto para el consumo, principalmente de carnes y subproductos,[153] como para el turismo nacional[154] En cuanto al primero, septiembre es el segundo mes con mayores ventas luego de diciembre;[155] en promedio, se estima que el consumo de las familias chilenas aumenta entre el 15 y el 35 % comparado con una semana tradicional.