El independentismo, separatismo o secesionismo es una ideología y un movimiento político que propugna la separación de un territorio respecto del estado al que pertenece para alcanzar su independencia o integrarse en otro país.
Este es el caso del independentismo puertorriqueño, catalán, vasco, gallego, quebequés, entre otros, y en menor medida del caso irlandés, donde el idioma tiene una menor implantación en la sociedad[3] y no se cita generalmente como elemento importante para la justificación de la independencia.
La independencia se justifica considerando que la administración económica será más favorable a la nación cuando ésta sea independiente.
Este es el caso irlandés, donde los atentados y la actividad armada eran justificadas por la discriminación económica que sufrían los católicos en relación con los protestantes.
Sin embargo, el conflicto religioso más sangriento de Europa fueron las guerras yugoslavas, en donde los pueblos bosnio, croata y serbio, étnicamente procedentes de la misma raíz y que hablan el mismo idioma, se diferenciaban entre ellos por sus creencias religiosas (musulmanes los primeros, católicos los segundos y cristianos ortodoxos los terceros).
El acuerdo restableció el gobierno autónomo sursudanés hasta por seis años, tras lo cual se realizaría un referendo sobre una posible secesión.
En ocasiones, ciertas facciones del independentismo se relacionan e incluso apoyan a organizaciones que pretenden obtener la independencia mediante acciones violentas que a veces se generalizan como constitutivas del independentista (pero no se puede generalizar aseverando que todos estos movimientos utilizan la violencia o la fuerza para adelantar sus objetivos).
[15] Es también el caso del Reino Unido dónde Margaret Thatcher prohibió en 1988 que se pudiera escuchar la voz de los dirigentes del Sinn Féin cuándo fueran entrevistados en la televisión británica[16] (aunque esta fórmula no surtió ningún efecto puesto que los medios británicos pronto introdujeron las voces de otros periodistas que repetían las palabras de los dirigentes irlandeses sin incurrir por ello en ningún delito).
Esto se ha usado contra partidos o organizaciones independentistas como Enbata y otros.