Durante la segunda mitad del siglo XIX, en medio de las intensas disputas ideológicas entre conservadores y liberales que agitaban a la sociedad chilena, la prensa escrita asumió un papel decisivo en la actividad política.
Un ejemplo de la voluntad polémica de estas publicaciones lo constituye El Correo Literario, revista cuyo primer número apareció el 18 de julio de 1858, a cargo del periodista y escritor José Antonio Torres, junto al escritor Guillermo Blest Gana y el poeta Guillermo Matta.
Algunos de sus principales colaboradores fueron Benjamín Vicuña Mackenna, los hermanos Guillermo y Manuel Antonio Matta, Alberto y Guillermo Blest Gana, Diego Barros Arana y Marcial González, entre otros destacados intelectuales liberales del siglo XIX.
Pese a que el equipo de redacción se mantuvo casi intacto y que se intentó conservar el formato de la edición anterior, la revista volvió a cesar sus funciones luego de la aparición del número 28, bajo la redacción general de Luis Rodríguez Velasco.
Pese a los contratiempos, El Correo Literario se publicó por tercera vez en 1867, pero luego de solo tres números la publicación fue cerrada definitivamente.