Destacaron en estos grupos las figuras de Manuel Antonio Matta, Isidoro Errázuriz y los hermanos Gallo Goyenechea, en especial Pedro León.
Desde noviembre de 1858, empezó a formarse un grupo político armado en Copiapó llamado «los constituyentes», que serán los principales conspiradores para el levantamiento.
A las 20 h del 5 de enero, el militar retirado Pedro Pablo Zapata se adueñó del cuartel de policía local con veinte hombres sin luchar pasando a dominar toda la ciudad.
Asimismo, se adoptó como emblema el estandarte azul con la estrella dorada —en 1996, pasó a ser la bandera oficial de Atacama—.
[18] Tenían 450 fusiles, 150 sables, 100 carabinas y 400 lanzas, insuficientes para armar a los 2000 adherentes que reunieron el primer día.
[19] Pedro León Gallo sabía que Coquimbo y Atacama podían suministrarle 3000 a 4000 hombres, suficientes como para derrocar al gobierno central.
[22] Mientras el gobierno se ocupó en someter los focos del alzamiento en el centro del país, y gracias al relativo aislamiento de Atacama y las pocas tropas que había ahí, Gallo Goyenechea tomó el puerto de Caldera.
[25] A la larga, las montoneras de la zona centro-sur fueron vencidas en Pichidegua, con lo que finalizaron sus actividades.
Por su parte, el caudillo reunió 1800 soldados perfectamente armados gracias a los refuerzos llegados de Copiapó.
Las ideas que pregonaban los revolucionarios se plasmaron en la creación del Partido Radical, cuyos pilares fueron el laicismo, la descentralización y una reforma a la Constitución.