Su vida matrimonial transcurrió entre Valparaíso y Santiago, viviendo ellos las vicisitudes de que les tocó vivir, combatiendo en dos victoriosos conflictos bélicos con países extranjeros (guerra contra España, 1865, y guerra del Pacífico, 1879 -1883).
Comandante de la "Esmeralda" en 1877, al estallar la guerra del Pacífico se incorporó a las misiones realizadas por la Armada en el norte.
Finalizada la guerra civil, hizo pública su intención de no seguir al frente del bando vencedor.
Montt fue elegido candidato presidencial por una convención liberal-radical, siendo también apoyado por los conservadores, pues él no pertenecía a ningún partido político.
La unión sagrada se rompió en abril de 1894, los radicales y los liberales terminaron su alianza con los conservadores y como ocupaban la mayoría en el parlamento, hicieron caer al ministerio (el cuarto, dirigido por Pedro Montt) para remplazarlo con uno que correspondiera a la mayoría parlamentaria, en donde solo cupieran liberales y radicales, dirigido por Enrique Mac Iver.
Al desperdiciarse las energías de los gobernantes en luchas políticas estériles (los gabinetes tenían como primera ocupación mantenerse a flote en la vorágine política), la labor del gobierno fue muy mermada si se compara con las realizaciones de los presidentes previos a 1891 (república autoritaria y república liberal, ambas consagración del ideal portaliano).
Como pendiente quedó la construcción de un nuevo hospital para Coquimbo, proyecto entrampado por el debate parlamentario y las constantes rotativas ministeriales.