Posteriormente, los fieles de todo el mundo para agradecer por el nuevo papa, lo cantan en las catedrales.
Compuesto originalmente en latín, el nombre se debe a que así empieza su primer verso.
Empero, estudios recientes han verificado que el Te Deum en realidad fue escrito en el siglo IV por Aniceto de Remesiana.
[2] Por tanto, su origen se remonta probablemente a la primera mitad del siglo IV.
Aunque hay varias versiones del himno, una de las más aceptadas actualmente es: Texto original en latín
Te per orbem terrarum sancta confitetur Ecclesia, Patrem immensae maiestatis; venerandum tuum verum et unicum Filium; Sanctum quoque Paraclitum Spiritum.
Te ergo quaesumus, tuis famulis subveni, quos pretioso sanguine redemisti.
Fiat misericordia tua, Domine, super nos, quem ad modum speravimus in te.
A ti la Iglesia santa, extendida por toda la tierra,te aclama: Padre de inmensa majestad, Hijo único y verdadero, digno de adoración, Espíritu Santo, defensor.
Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen.
Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos, a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Así sucede en Argentina, Bolivia, Chile,[4] Colombia, Ecuador,[5] Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana.
La monarquía belga celebra un Te Deum en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula con motivo del día nacional.
El Enchiridion Indulgentiarum de 2004 concede la indulgencia plenaria o parcial en determinadas circunstancias.
[6][7] Numerosos compositores de todos los tiempos han musicado el texto del tedeum en latín o en otros idiomas, como el Inglés en el caso de Handel, Purcell; podemos mencionar a: Jean-Baptiste Lully, Georg Friedrich Haendel, Franz Joseph Haydn, o Wolfgang Amadeus Mozart.
Durante el periodo romántico, la composición del himno no fue con fines litúrgicos, ya que fue utilizado como inspiración para piezas de concierto corales.
Por su parte, los compositores británicos Sir Hubert Parry, Sir Charles Villiers Stanford, Ralph Vaughan Williams y William Walton compusieron un Te Deum con motivo de la coronación de los monarcas británicos durante el siglo XX.
También el "Te Deum" es cantado por el Coro en la introducción de la ópera " La Juive" del compositor Jacques Fromental Halévy, estrenada en 1835.