Arvo Pärt

[1]​ Activo como compositor desde la década de 1960, Pärt realizó un conocido tránsito desde el serialismo hacia la música litúrgica, influido por su conversión a la Iglesia ortodoxa rusa.

Su obra incluye trabajos de música instrumental (Tabula Rasa, Fratres, Cantus in Memoriam Benjamin Britten, Spiegel im Spiegel) y de música sinfónica coral (Berliner Messe, Passio Domini Nostri Jesu Christi Secundum Joannem, Te Deum), que ocupan un lugar consolidado en el repertorio universal contemporáneo.

[3]​También compuso cuatro sinfonías y numerosas piezas para coro a cappella (Summa, Magnificat, Da Pacem Domine).

Durante ese periodo tuvo muy pocas influencias externas de la Unión Soviética, exceptuando algunas grabaciones y partituras ilegales.

Algunas obras de su primer periodo fueron censuradas por las autoridades soviéticas: Nekrolog (1960) lo fue por su lenguaje dodecafónico; Credo (1968) por su temática religiosa.

Pärt es más conocido por sus últimas obras, y es un caso infrecuente de compositor moderno que alcanza la popularidad en vida.

Pärt ha dicho que su música es similar a la luz que pasa a través de un prisma: la música puede tener un significado ligeramente diferente en cada oyente, creando un espectro de experiencias musicales, similar al arco iris.

[...] Está completamente fuera de la corriente dominante y sin embargo es enormemente popular, lo cual es muy inspirador.

Arvo Pärt, Nora Pärt (2012).