Durante un invierno especialmente frío, el hielo mató todos los olivos y arruinó a su familia.
Y como su padre solo conseguía sobrevivir con dificultades, Victorien tuvo que desenvolverse por sí mismo desde muy joven y se vio obligado, por falta de dinero, a interrumpir los estudios de medicina que había iniciado.
Otro drama, Bernard Palissy, que había sido en principio aceptado por el teatro del Odeón, fue rechazada al cambiar desafortunadamente la dirección del teatro: los nuevos mandatarios de la sala decidieron no cumplir el compromiso adquirido por sus antecesores.
Es más, su pieza El jorobado, que Sardou escribió para el actor Charles Albert Fechter, no gustó al que debía ser protagonista y, cuando al fin la obra pudo representarse con éxito, no fue sino a consecuencia de un error atribuida a otro escritor.
París al revés, que se presentó ante Adolphe Lemoine, llamado "Montigny", director del Théâtre du Gymnase Marie-Bell, fue rechazada por este por consejo de Eugène Scribe, a quien parecía escandalosa la escena de amor que se iba a hacer famosa en Nuestros íntimos.
Y, tras reponerse, lo presentó a su amiga, que decidió convertirse en la protectora del joven autor.
Cándida, la primera obra que Sardou escribió para Virginie Déjazet, fue prohibida por la censura, pero las tres obras siguientes, escritas prácticamente una tras otra (Las primeras armas de Figaro, Monsieur Garat y Los Prados Saint-Gervais) fueron un gran éxito.