[3] En el último cuarto del siglo XIX existían considerables rivalidades políticas y económicas entre los imperios europeos.
El reparto de África se llevó a cabo en gran medida sin que los europeos entraran en guerra.
[4] En los últimos años del siglo XIX, las naciones europeas pasaron del "imperialismo informal" —es decir, el ejercicio de la influencia militar y el dominio económico— al dominio directo, dando lugar al imperialismo colonial.
[5] La apertura de África a la exploración occidental y su explotación habían comenzado seriamente al final del siglo XVI.
Durante una época donde la balanza comercial de Gran Bretaña mostraba un creciente déficit, con los mercados continentales encogiéndose y cada vez más proteccionistas debido a la Gran Depresión entre los años 1873 y 1896, África ofrecía al Reino Unido, Alemania, Francia y otros países un mercado abierto del que se cosecharía un gran excedente: un mercado que comprara más de la metrópoli de lo que vendía en total.
Otro aliciente para el imperialismo, desde luego, fue la demanda de recursos no disponibles en Europa, especialmente cobre, algodón, caucho, té y hojalata, recursos a los que los consumidores europeos se habían acostumbrado y de los que la industria del Viejo Continente se había vuelto dependiente.
La rivalidad entre el Reino Unido, Francia, Imperio alemán y las otras potencias europeas estuvo presente durante gran parte de la colonización.
Siendo un poder industrial en crecimiento que le pisaba los talones al Reino Unido, aún no había tenido la oportunidad de controlar territorios extracontinentales, principalmente debido a su tardía unificación, su fragmentación en varios estados, y su falta de experiencia en navegación moderna.
Para 1914, los Decretos le habían dado al Imperio alemán la segunda fuerza naval en el mundo (aproximadamente 20 % más pequeña que la Marina Real Británica).
En 1881, Hübbe-Schleiden, un abogado, publicó Deutsche Kolonisation, la cual decía que "el fomento de una conciencia nacional demandaba una política exterior independiente".
Al pretender abogar humanitarismo y denunciar la esclavitud, Leopoldo II usó las tácticas más inhumanas para explotar sus recién adquiridas tierras.
Después de la derrota en la primera guerra ítalo-etíope (1895-1896), adquirió la Somalia italiana en 1899 y toda Eritrea en ese mismo año.
En 1911, se envolvió en una guerra con el Imperio otomano, en la que adquirieron Tripolitania y Cirenaica (la actual Libia).
Una vez que esto es comprendido, el nacionalismo debe insistir firmemente en esta verdad: Italia es, materialmente y moralmente, una nación proletaria".
Por otro lado, los británicos abandonaron su aislamiento en 1902 con la Alianza Anglo-Japonesa, que le permitiría al Imperio del Japón salir victorioso de su guerra contra Rusia (1904-1905).
En marzo de 1825, la ACS inició una publicación trimestral, la Revista Colonial del Repositorio Africano, editada por el Rev.
Durante sus últimos años la Sociedad se enfocó en proyectos educacionales y misioneros en Liberia más que en la emigración.
La bien armada expedición Stairs tenía órdenes de tomar Katanga con o sin el consentimiento de Msiri; él se negó, fue fusilado, y la expedición le cortó la cabeza y la clavaron en un poste como una "lección barbárica" a la gente.
Para 1875, estaba enfrentando dificultades financieras y fue obligado a vender su parte del canal de Suez.
Muhammad Ahmad, quien se había autoproclamado el Mahdi, redentor del Islam, en 1881, lideró la rebelión y fue derrotado solo por Horatio Kitchener en 1898.
No obstante, los competidores ignoraron las reglas cuando les era conveniente y en varias ocasiones la guerra era evitada por el presidente de los Estados Unidos.
Llevó al Reino Unido y a Francia al borde de la guerra, pero culminó en una gran victoria estratégica para el Reino Unido, y dispuso las bases para el Entente Cordiale de 1904 entre las dos naciones rivales.
Junto con Lord Milner (el ministro colonial británico en Sudáfrica), Rhodes abogó tal imperio de "Cabo a Cairo" uniendo con vías férreas el canal de Suez con la parte rica en minerales del sur del continente.
Además, el apoyo británico para Francia durante las dos crisis marroquís reforzó la Entente entre ambos países y, sumado al distanciamiento anglo-germano, profundizó las divisiones que culminarían en la Primera Guerra Mundial.
En sus etapas iniciales el imperialismo era básicamente la acción de exploradores individuales y algunos mercaderes aventureros.
En 1916, Lenin publicaría su famoso Imperialismo, fase superior del capitalismo para explicar este fenómeno.
En 1876, mandó a uno de sus colaboradores al recientemente conquistado Sudán Egipcio para que consiguiera algunas bestias salvajes y Nubas.
[16] Las "villas senegalesas" nomádas también fueron creadas, mostrando así el poder del imperio colonial a toda la población.
La antropología, que estaba relacionada con la criminología, prosperó en estas exploraciones, al tener a la geografía ante ella y la etnología —que, junto con los estudios de Claude Lévi-Strauss, teorizaría la ilusión etnocéntrica— lo hizo también poco después.
Esto requirió una invasión de Bélgica lo que trajo al Reino Unido a la guerra contra Alemania, Austria-Hungría y sus aliados.