Acuerdos de Cartagena (1907)

El pacto alineó a España con la entente cordiale anglo-francesa contra las ambiciones de Alemania en Marruecos, donde tanto España como Francia y Reino Unido tenían esferas de influencia mutuamente reconocidas.

[1]​ Durante la Primera Guerra Mundial, el pacto fue citado por los políticos españoles que estaban a favor de estrechar vínculos con los Aliados.

Ya en 1903, el primer ministro Francisco Silvela había propuesto al embajador de Francia en Madrid, Jules Cambon, que España se uniera a la Alianza franco-rusa si los aliados garantizaban las posesiones restantes de España.

[4]​[5]​[6]​[8]​ Alfonso XIII, a su vez, propuso un acuerdo puramente británico-español, en el que Gran Bretaña se comprometería a proteger el dominio español, pero se le permitiría utilizara esa nación los puertos españoles en caso de guerra.

Madrid parecía demasiado inseguro para la visita, por previos atentados anarquistas en esa ciudad.

El compromiso alineó a España con la Entente cordiale anglo-francesa contra las ambiciones de Alemania sobre Marruecos, donde tanto España como Francia poseían esferas de influencia reconocidas mutuamente, y reconocidas por los británicos.

Las tres potencias también reconocieron mutuamente sus respectivos reclamos e intereses en Marruecos y el norte de África.

Las notas fueron presentadas a los gobiernos de Alemania, Rusia, Austria-Hungría, Italia, Portugal, Japón y Estados Unidos.

A cambio del apoyo británico y francés para la defensa de España, la flota española apoyaría a la Armada Francesa en caso de guerra con la Triple Alianza contra las flotas combinadas del Reino de Italia y Austria-Hungría en el Mar Mediterráneo ya que la Royal Navy debería de centrarse en el Mar del Norte contra la Kaiserliche Marine germana; mientras que la flota francesa por sí sola no podría contener a la armada italiana y la austrohúngara juntas, y era necesario que Francia transportara por mar a sus tropas coloniales desde el norte de África al continente europeo.

[7]​ Se dice que Alfonso XIII esperaba ciertas compensaciones a favor de España (quizás por eso Poincaré no mencionó nada al respecto), como un protectorado sobre Portugal,[23]​[25]​ por la crisis política portuguesa que existía desde el asesinato del rey Carlos I, siendo que tras el establecimiento de la república Portugal se había vuelto más inestable.

[5]​[10]​ Cuando en 1914 estalló la Gran Guerra el gobierno italiano declaró inicialmente su neutralidad de modo que el gobierno español tuvo margen para declarar también su neutralidad al reducirse notablemente la amenaza naval contra Francia.

Eduardo VII y Alfonso XIII durante la visita oficial del primero a Cartagena en abril de 1907, prolegómeno de los acuerdos.
El acorazado España , primer buque de la clase España , que entró en servicio activo en 1913.
El rey Alfonso XIII con el presidente Raymond Poincaré en Cartagena en 1913 frente al recién construido acorazado España (como parte del programa Ferrándiz ). Al año siguiente estallaría la Primera Guerra Mundial .