[1] Junto con los bosquimanos y hotentotes, los pigmeos son considerados los pobladores más antiguos de África.
Por su localización geográfica se distinguen los occidentales (Gabón, Camerún), donde destacan los grupos Akoa, Bekui, Bongo, Gyelli, Jongo, Ka y Kor.
Identificación discutida o directamente rechazada por la mayoría de los estudios posteriores al año 1950.
También en ese horizonte cronológico se ubicó el mestizaje con grupos agricultores con los que compartían territorio.
[11][19] Los estudios sobre el grupo Twa parecen indicar un claro ejemplo de una etnia culturalmente pigmea pero mestizada genéticamente con pueblos agricultores.
[24][25] La baja estatura permite mayor movilidad por el bosque denso y disipa mejor el calor.
[24] Otras teorías agregan que el crecimiento se detiene en la pubertad para centrar los recursos corporales en tener descendencia.
Sin embargo no hay entre ellos mayor relación cultural, geográfica, lingüística ni cercanía genética.
Estos pueblos serían: Los pigmeos africanos son particularmente conocidos por su música vocal, habitualmente caracterizada por una improvisación comunal de denso contrapunto, polifonía y uso del yodel.
Como en algunos gamelan balineses, estos patrones están basados en un superpatrón que nunca es oído.
En la provincia vecina de Kivu del Norte se dieron casos de canibalismo cometido por un grupo conocido como “Les effaceurs” (“los borradores”), que querían eliminar a toda la gente para abrir el territorio a la explotación minera.
Ambos bandos en la guerra los consideraban “subhumanos” y algunos decían que su carne podía conferir poderes mágicos.
Aunque los pigmeos son los principales responsables de la caza, pesca y del trabajo manual en las comunidades de la selva, tanto pigmeos como bantúes dicen que se les paga según el antojo del maestro: con cigarrillos, ropa usada o incluso nada.
Hoy en día la cultura pigmea está amenazada por las fuerzas del cambio político y económico.
Recientemente esto se ha hecho visible en el conflicto abierto por los recursos de la selva tropical, una batalla que los pigmeos están perdiendo.
Históricamente los pigmeos siempre han sido considerados inferiores por las autoridades coloniales y los pueblos bantúes que viven en las ciudades.